El Gobierno de la Nación implementó cambios significativos en los costos asociados a la transferencia de autos usados en Argentina, con el objetivo de "desarmar la burocracia de los registros automotores". A partir de ahora, el arancel para la transferencia de vehículos usados baja al 1%, una disminución respecto al 1,5% que se aplicaba anteriormente a vehículos de origen nacional y al 2% en los importados.
Además, se eliminan costos adicionales, como la emisión de cédulas de identificación automotor, títulos, chapas patentes y la certificación de hasta dos firmas, lo que permitirá que "más de 36 mil millones de pesos por año" regresen al bolsillo de los argentinos, según informó el Gobierno.
Sin embargo, este nuevo esquema no elimina los costos provinciales adicionales, como el impuesto de sellos y aranceles extra, que varían según la jurisdicción. Esta disparidad podría resolverse en el futuro si se aprueba el proyecto de una patente única y de por vida, asociada al DNI de cada ciudadano.
En cuanto al patentamiento de autos 0 km, los aranceles se mantienen en 1,5% para los vehículos de fabricación nacional y 2% para los importados. Sin embargo, los costos varían significativamente entre provincias, siendo 200% más caro patentar un vehículo en la Ciudad de Buenos Aires que en Santiago del Estero.
Otro cambio destacado es que los ciudadanos ahora podrán elegir el Registro Automotor en el que desean realizar sus trámites, eliminando la obligación de hacerlo en la jurisdicción asignada por su domicilio. Además, se digitalizarán los legajos automotores, lo que representará un ahorro adicional de 1.300 millones de pesos para la Administración Pública y agilizará los trámites.
El Gobierno subrayó que estos cambios forman parte de un compromiso mayor con la modernización del Estado, orientado a eliminar obstáculos burocráticos y ofrecer soluciones más eficientes a la ciudadanía.