Sus primeras medidas ya incluyen decisiones polémicas que impactan directamente en la región.
Donald Trump regresó a la Casa Blanca y, en menos de 24 horas como el 47° presidente de Estados Unidos, ya ha implementado medidas que generan controversia tanto a nivel interno como internacional. Durante una conferencia de prensa en el Salón Oval, el mandatario estadounidense respondió con firmeza a una pregunta sobre las relaciones con América Latina, afirmando: "Ellos nos necesitan más de lo que nosotros los necesitamos a ellos. Nosotros no los necesitamos. Todos nos necesitan."
La declaración de Trump refuerza el enfoque que mantuvo durante su campaña electoral, en la que reiteradamente señaló a los inmigrantes latinoamericanos, especialmente a los mexicanos, como responsables de problemas económicos y de seguridad en EE.UU.
Sus primeras acciones presidenciales reflejan esta postura: declaró una emergencia nacional en la frontera con México para canalizar recursos y endurecer las políticas migratorias, uno de los ejes principales de su mandato. Además, confirmó que aumentará los aranceles para México y Canadá a partir del 1° de febrero, lo que podría tener un impacto significativo en las economías de ambos países.
A pesar de sus comentarios, Trump ha cultivado relaciones con ciertos mandatarios latinoamericanos. Entre los invitados a su ceremonia de asunción estuvieron Javier Milei (Argentina), Nayib Bukele (El Salvador), Santiago Peña (Paraguay), Daniel Noboa (Ecuador) y Edmundo González Urrutia (Venezuela). No obstante, su decisión de incluir a Cuba nuevamente en la lista de países patrocinadores del terrorismo y de designar a cárteles como el Tren de Aragua como organizaciones terroristas marca una línea dura hacia la región.
Asimismo, Trump anunció que detendrá las compras de petróleo venezolano, una medida que, según él, busca debilitar el régimen de Nicolás Maduro de manera indirecta. También reiteró su intención de que Estados Unidos recupere el control del Canal de Panamá, un punto estratégico que considera amenazado por la creciente influencia de China en la región.
Trump revocó más de 78 órdenes ejecutivas de la administración Biden, incluyendo la salida de EE.UU. del Acuerdo de París y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, otorgó indultos a 1.500 personas involucradas en el asalto al Capitolio en 2021, consolidando su discurso de "reparar" los supuestos daños de su predecesor.
Las declaraciones de Trump, combinadas con sus primeras medidas, generan inquietud en América Latina. Las políticas comerciales más estrictas, las tensiones migratorias y su postura geopolítica hacia la región prometen un mandato marcado por desafíos y conflictos diplomáticos.
Mientras algunos líderes como Milei buscan fortalecer lazos con Washington, otros, como los mandatarios de México y Panamá, ya anticipan fricciones con la administración Trump.