El Gobierno impulsa una reestructuración estatal por decreto que genera incertidumbre en el sistema científico-tecnológico vinculado al agro. Ya hubo programas eliminados y temen una ola de cesantías.
El clima dentro del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) cambió drásticamente en los últimos días. La posibilidad de una fusión con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), como parte de un plan de reorganización estatal impulsado por el Poder Ejecutivo, encendió las alarmas entre sus trabajadores, que se movilizarán este martes frente a la sede central del organismo en la Ciudad de Buenos Aires.
La iniciativa, que se evalúa mediante un decreto, busca unificar organismos del sistema público, bajo el argumento de generar eficiencia administrativa. Sin embargo, el impacto sobre la planta laboral y los programas en curso ya se hace sentir, y hay preocupación por la continuidad de funciones estratégicas para el desarrollo territorial y productivo.
Un posible recorte que afectaría a 1.500 puestos
Según trascendió en las últimas asambleas internas, el plan oficial contempla una posible reducción de 1.500 empleos en el INTA, que actualmente cuenta con 6.424 trabajadores en todo el país, distribuidos en estaciones experimentales, agencias de extensión rural y centros de investigación.
La alarma no es nueva. Desde diciembre de 2023, ya se desactivaron dos de sus programas más emblemáticos: Pro-Huerta, orientado al desarrollo de huertas agroecológicas, y Cambio Rural, que durante tres décadas vinculó técnicos con pequeños y medianos productores en todo el territorio nacional.
Ambos programas eran financiados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, y su final abrupto dejó sin cobertura técnica a miles de familias rurales.
Ciencia y territorio: una red que podría debilitarse
El Consejo Directivo del INTA está compuesto por representantes de entidades como la Mesa de Enlace, CREA, y universidades públicas vinculadas al agro. Desde esos sectores también se analiza con preocupación la posibilidad de que la fusión afecte el carácter federal y multisectorial del organismo, que durante años fue reconocido como un pilar del sistema científico-tecnológico aplicado al campo argentino.
"La ciencia aplicada al agro no puede ser reducida a un número de empleados o a un balance contable", señalaron fuentes sindicales consultadas por este medio.
Protesta en medio de un contexto nacional complejo
La movilización de este martes a las 11 en la sede de Rivadavia 1439 busca visibilizar el rechazo a la medida y exigir que el futuro del INTA sea discutido con participación de todos los actores. Aunque los sindicatos habían suspendido actividades por el fallecimiento del Papa Francisco, confirmaron que la manifestación se mantendrá por considerarla de "urgencia estructural".
Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el secretario de Convenios Colectivos, Flavio Vergara, remarcó que no se trata solo de defender fuentes laborales, sino de preservar la capacidad del Estado para acompañar al productor rural, generar innovación y contribuir a un modelo agropecuario más inclusivo y sustentable.