Los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 afirmaron ayer que las condiciones económicas y de salud por la pandemia siguen siendo difíciles a pesar del lanzamiento de campañas de vacunación y las señales de fortalecimiento de la actividad económica, e instaron al FMI a formular una propuesta para una asignación general de derechos especiales de giro (DEG).
En la primera reunión bajo la presidencia italiana del G20, los representantes de los países que integran el foro -del que forma parte la Argentina- manifestaron su compromiso para ampliar la coordinación internacional para abordar los desafíos globales actuales mediante la adopción de un enfoque multilateral más sólido y centrado en un conjunto de prioridades básicas.
"Garantizar el acceso equitativo a vacunas, diagnósticos y terapias seguras para todos los países es la máxima prioridad para todos los ministros y gobernadores", señalaron en un comunicado, en el que reconocieron "los esfuerzos para promover la preparación frente a futuras pandemias son igualmente importantes".
En la reunión, que se realizó en forma virtual, se discutieron los beneficios derivados de una acción conjunta y una política de cooperación sólida, y coincidieron en que se debería evitar una "retirada prematura de las medidas de apoyo".
Por otra parte, reafirmaron su apoyo a los países más vulnerables, especialmente aquellos que enfrentan una carga de deuda insostenible, al tiempo que pidieron a las instituciones financieras internacionales que exploren herramientas para satisfacer las necesidades globales de financiación y reservas a largo plazo; y plantearon que el FMI debería formular una propuesta para una asignación general de derechos especiales de giro (DEG).
Sobre la fiscalidad internacional, la reunión se centró en la necesidad urgente de "reformar el actual sistema para responder a los nuevos desafíos que plantea la globalización y la digitalización de la economía".
Los ministros y gobernadores también discutieron los desafíos que plantea la crisis de la Covid-19 para la estabilidad y la inclusión financiera.
Coincidieron en que preservar la estabilidad y la capacidad del sector financiero para apoyar la recuperación es una prioridad clave, y mantener la cooperación es esencial para esos objetivos.
En otro orden, reconociendo la necesidad de abordar el impacto del cambio climático en el sistema financiero y para asegurar su capacidad de apoyar la transición hacia economías más sostenibles, acordaron restablecer el Grupo de Estudio de Finanzas Sostenibles.
Finalmente, en relación al papel que desempeña el ritmo acelerado de la digitalización en pagos y otros servicios financieros en mejorar o poner en peligro el inclusión de los grupos más vulnerables y desatendidos, coincidieron en la necesidad de identificar las brechas que pueden haber surgido como consecuencia de la crisis de la Covid-19 y compartir las experiencias y respuestas políticas específicas de cada país.
Fuente: Telam