A pesar de las buenas proyecciones de cosecha de soja y maíz en Brasil y Argentina, la incertidumbre global prevalece, amenazando la estabilidad de los mercados.
La inflación interanual en EE.UU. alcanzó el 3.4% en diciembre de 2023, resistiendo a la baja y posiblemente retrasando los recortes esperados en la tasa de referencia de la FED. Este contexto económico, sumado a los conflictos en el Medio Oriente y los recientes eventos en el Mar Rojo, podría afectar las líneas de suministro de petróleo, impactando directamente en los precios de este commoditie.
Los precios de la soja, el maíz y el trigo muestran una tendencia bajista en el mercado de Chicago, influenciados por las buenas campañas de producción en América del Sur. A pesar de las reducciones en la producción esperada de soja en Brasil, la oferta de oleaginosa no parece ser un problema, con Argentina consolidando perspectivas de una buena campaña y una producción que podría incrementarse en 30 millones de toneladas.
SOJA: Brasil está finalizando la siembra de soja en 45,3 millones de hectáreas, con la cosecha ya en marcha en estados clave, que representan aproximadamente el 90% de la producción nacional. A pesar de ajustes a la baja en la estimación de producción por la CONAB, el volumen sigue siendo elevado, marcando un récord potencial de producción. Argentina también presenta un buen ritmo de siembra, con una expansión del área sembrada y mejoras en las reservas hídricas gracias a las lluvias recientes.
MAÍZ: Brasil prevé una producción de maíz de 117,6 millones de toneladas, un 10,9% menos que el ciclo anterior. El retraso en la siembra de soja plantea dudas sobre si la siembra de maíz safrinha podrá realizarse a tiempo, afectando potencialmente el rendimiento del cereal. Argentina, por su parte, presenta un avance del 92% en la siembra de maíz, con una producción récord estimada en 59 millones de toneladas por la Bolsa de Comercio de Rosario.
TRIGO: Brasil ha finalizado la cosecha de trigo con una producción de 8,1 millones de toneladas, un 23,3% menos que la campaña anterior, lo que podría incrementar las importaciones. Argentina también ha completado la cosecha de trigo, con una producción potencial estimada en 15,5 millones de toneladas. La oferta del cereal rondaría los 18,4 millones de toneladas, con una demanda compuesta por exportaciones y consumo interno estimada en unos 16 millones de toneladas.
En este contexto de variabilidad y ante el riesgo de disminución en el precio interno del trigo, se ha implementado una Prórroga Automática Excepcional para las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) del trigo, buscando mitigar el impacto de condiciones climáticas adversas en la comercialización del cereal.
Los mercados agrícolas, por tanto, se mantienen en vilo, monitoreando de cerca la evolución de los conflictos globales y las decisiones político-económicas que puedan influir en el comportamiento de los precios de los principales commodities agrícolas.