Según el relevamiento realizado por Coninagro, más del 50% de las economías regionales se encuentran en una situación crítica. Durante el mes de mayo, se identificaron 11 actividades en rojo, siete en amarillo y solo una sin inconvenientes.
El informe elaborado por el área de economía de la entidad resalta que la sequía continúa afectando los volúmenes de producción, mientras que la demanda interna se mantiene baja. Además, se observa una volatilidad de precios internos y valores bajos en pesos para las exportaciones.
Entre las principales actividades en riesgo se encuentran el algodón, la mandioca, el maní, los ovinos, los bovinos, los cítricos dulces, las peras y manzanas, el sector forestal, los granos, el tabaco, el vino y la leche.
Específicamente, el sector de granos y ganadería muestra signos de crisis. Lucas Magnano, productor de Santa Fe y consejero de Coninagro, comenta que los impactos de la sequía son multifactoriales. El exceso de oferta de animales, tanto en ganado gordo como en invernada, ha llevado a una lateralización de precios o una tendencia a la baja. Además, existe un excedente de vacas, lo que podría implicar un recorte en la cantidad de destetes en el mediano o largo plazo, ya que el servicio de este año no será igual al de años anteriores.
Por otro lado, el sector vitivinícola también se ve afectado por diversas adversidades. Fabián Ruggeri, presidente de la asociación de Cooperativas Vitivinícolas (ACOVI), menciona que esta economía regional está en una etapa de crisis debido a condiciones climáticas desfavorables, como heladas y granizos. La cosecha de este año ha sido la más baja registrada en la historia de la vitivinicultura, lo que ha generado preocupación tanto por el volumen de producción como por el stock disponible.
El sector vitivinícola anticipaba una reducción en el stock debido a la mala cosecha, pero la disminución en el consumo ha revertido la situación. La caída del consumo de vino a nivel nacional, influenciada por la situación macroeconómica y la falta de liquidez en los bolsillos de las personas, sumado a problemas en el plano internacional, como un dólar atrasado y la falta de acuerdos comerciales, han contribuido a la posibilidad de un exceso de stock.
A pesar de este escenario adverso, Ruggeri destaca que el sector vitivinícola está comenzando las tareas de poda, el primer paso en el ciclo agrícola de la vitivinicultura. Los productores del campo argentino se preparan para enfrentar los desafíos con determinación y energía.