Durante los primeros siete meses del año, las exportaciones de Argentina experimentaron un descenso notable del 34,4% en términos de dólares, según datos presentados por el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA). A pesar de este desafío, las cadenas de valor del maní, el arroz y la olivicultura emergieron como pilares resilientes que contribuyeron a mitigar los impactos negativos.
El análisis de las cifras revela una caída en las exportaciones de las cadenas agroindustriales del 34,7% en julio, en comparación con el mismo período del año anterior. Durante este lapso, las divisas ingresadas pasaron de $5.059,6 millones a $3.302,6 millones. Ampliando la perspectiva a los primeros siete meses, las exportaciones totalizaron $21.733,1 millones, experimentando un declive interanual del 34,4%, equivalente a una disminución de $11.395 millones en comparación con 2022.
Este panorama se alinea con las estimaciones realizadas por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), que situó la caída en $10.800 millones.
La caída en las exportaciones afectó principalmente a los complejos granarios más relevantes, como la soja, el trigo y el maíz, los cuales experimentaron retrocesos. Sin embargo, sectores como el maní, la olivicultura y el arroz desempeñaron un papel fundamental en atenuar el impacto negativo de esta tendencia.
Las ventas de los tres complejos granarios principales sufrieron una disminución significativa. Las exportaciones de trigo disminuyeron en un 65,5%, las de soja y sus derivados en un 43,1%, y las del maíz retrocedieron un 41,7% interanual.
En contraposición, ciertas actividades experimentaron un crecimiento relativo durante julio, como los complejos porcinos, alfalfa, frutícola y olivícola.
Sin embargo, tres cadenas de valor se destacaron al enfrentar este desafío. El sector manisero generó ingresos por $634 millones en los primeros siete meses del año, mostrando un crecimiento interanual del 14,1% en comparación con 2022. Asimismo, el arroz facturó $133,4 millones en exportaciones durante el mismo período, logrando un incremento del 16,2% en relación al año anterior. En el caso de la olivicultura, las exportaciones ascendieron a $115 millones hasta julio de 2023, registrando un crecimiento interanual del 27,4% y un notable aumento del 104,4% en julio.
Estos tres sectores han demostrado ser cruciales para amortiguar la caída en las exportaciones y brindar cierta estabilidad en un contexto económico desafiante. Su resiliencia es un ejemplo de cómo la diversificación y el enfoque en cadenas de valor sólidas pueden jugar un papel crucial en momentos de volatilidad económica.