La preocupación en el sector se está convirtiendo en desesperación.
La falta de permisos para importar modelos afecta principalmente a las marcas que traen vehículos, especialmente desde Brasil. Además del problema comercial, las preocupaciones ahora se extienden al suministro de piezas esenciales para la producción de automóviles y camionetas.
Algunas terminales advierten que la producción podría detenerse en cualquier momento debido a la escasez de piezas. Hasta ahora, ninguna de ellas ha tenido que detener la producción durante más de un día este año debido a la falta de suministros, como ocurrió en 2022 durante la crisis de los neumáticos y la escasez global de microchips.
Sin embargo, la preocupación se agrava por las señales de alarma que llegan de los proveedores, quienes también luchan por obtener las autorizaciones necesarias para importar. Esto podría llevar a paros más largos en la producción en las próximas semanas.
Hasta ahora, el gobierno ha priorizado el suministro de piezas para evitar la detención de la producción, lo que ha llevado a la suspensión completa de las aprobaciones para importar automóviles a la tasa de cambio oficial. Esto ha impactado al 35% de los modelos vendidos en el mercado local que llegan del exterior.
El sector también se ve afectado por el nuevo impuesto PAIS del 7,5% sobre las importaciones, que se introdujo a finales de julio y ha aumentado el costo de los insumos.
Aunque el gobierno había anunciado que el impuesto PAIS se aplicaría solo a vehículos importados y piezas destinadas al mercado interno, las terminales están pagando este impuesto en Aduana, incluso cuando las piezas se utilizan en unidades destinadas a la exportación. La devolución se produce cuando ingresan los dólares de la exportación al mercado de cambios, lo que representa un costo adicional para el sector.
La escasez de dólares en el Banco Central ha llevado a algunas terminales a solicitar asistencia a sus casas matrices para pagar los fletes de los barcos que traen autos al puerto de Zárate, ya que no pueden realizar los giros desde Argentina. Mientras tanto, los vehículos siguen acumulándose en la terminal portuaria a la espera de la autorización oficial para su nacionalización, que lleva dos meses sin llegar.
La incertidumbre y la falta de acceso a insumos es una preocupación creciente en la industria automotriz argentina, y las automotrices están buscando soluciones para evitar paralizaciones en la producción.