Para obtener una cosecha de frutillas saludable y de calidad, es necesario tomar en cuenta factores como el trasplante, fertilización y monitoreo constante del campo. Además, es fundamental estar alerta a las plagas más comunes como la mosca blanca, los trips y las arañuelas.
La preparación del suelo es uno de los pasos más importantes para lograr un cultivo saludable de frutillas. Cada productor tiene su propio método y algunos, por ejemplo, utilizan la técnica de solarización con el objetivo de incrementar las temperaturas que permitan destruir a la mayoría de los fitopatógenos, insectos y malas hierbas.
"En esta etapa del proceso se recomienda aplicar microorganismos benéficos a la tierra. Productos como Campiar, un hongo trichoderma que actúa como biofunguicida y bioestimulante y Apiar, un nematicida biológico, son especiales para este momento", explicó Adrián Moreno, responsable de Bioagro SRL en la región del NOA. Además, agregó que, si el suelo ha sido utilizado previamente para otro cultivo, es necesario hacer una desinfección. Finalmente, también es importante incorporar materia orgánica al suelo para garantizar una nutrición adecuada de las plantas.
Antes del trasplante, es recomendable realizar un baño de asiento o una aplicación con regadera para asegurarse de que las plantas estén libres de plagas y enfermedades. Las frutillas, que se presentan en plantines, se deben incorporar con sumo cuidado en un suelo bien preparado y libre de malezas. "Aquí es importante fortalecer las raíces para que se asienten bien en el nuevo ecosistema y crezcan fuertes", detalló Moreno, "nuestro estimulante radicular Medra tiene con micorrizas, pseudomonas fluorescentes, ácidos húmicos y fúlvicos, materia orgánica, N, P, K y Micronutrientes, y es ideal para el trasplante".
La fertilización o nutrición de la planta es fundamental y debe estar presente en todas las etapas del cultivo, ya que las frutillas demandan una mayor cantidad de nutrientes a medida que crecen. En este punto, es recomendable utilizar productos con nitrógeno y aminoácidos, como los fertilizantes Nutrire Plus y Aminobio.
Por otro lado, las plagas son uno de los mayores desafíos en la producción: las moscas blancas, trips y arañuelas son las principales amenazas del cultivo de frutillas. "En este sentido, en el mercado aparecen cada vez mejores opciones para contrarrestarlas de una forma amigable con el medio ambiente e inocuas para la salud humana y del ecosistema", dijo Moreno. "Para controlar la arañuela estamos utilizando Bioclamps con varios productores, un insecticida y acaricida con efecto de choque que actúa por contacto, cuyo principio activo es aceite esencial de naranja. Es una opción innovadora y altamente efectiva".
Finalmente, es muy importante realizar un monitoreo constante del campo para detectar cualquier problema en el cultivo y actuar de inmediato. Por ejemplo, durante la temporada de sequía, que suele ser entre fines de agosto y octubre, es necesario prevenir la proliferación de arañuelas y trabajar en los focos donde hay presión en el cultivo.