La conflictividad laboral en Argentina suma un nuevo capítulo con el anuncio de dos importantes sindicatos de medidas de fuerza que impactarán en sectores clave de la economía del país.
Tras el paro de 72 horas anunciado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) se suma con un cese de actividades por tiempo indeterminado en las terminales portuarias del Gran Rosario, epicentro de la agroexportación argentina.
El motivo de estas medidas, según los sindicatos, radica en el rechazo a la ley de Bases y la preocupación por lo que consideran un "desguace" de los organismos estatales. Estas acciones, además de afectar la certificación de exportaciones, podrían paralizar la entrada de divisas al país.
Desde el SOEA, su secretario general, Daniel Succi, criticó a diputados y gobernadores a quienes acusó de permitir el "blanqueo de capital fugado sin impuestos". La medida, según el sindicato, responde a la indiferencia de los legisladores respecto a temas como la reforma laboral y el Impuesto a las Ganancias.
El impacto de estas medidas en la economía es considerable. En un contexto de recuperación de la agroexportación, con un aumento del 61% en las ventas al exterior en el primer trimestre de 2024, el paro de los aceiteros podría detener el flujo de divisas que tanto necesita el país.
Ante este escenario, el llamado del SOEA a las empresas para que hagan "lobby" a favor de los trabajadores revela la complejidad de la situación y la necesidad de encontrar soluciones que satisfagan a ambas partes.