Las últimas 48 horas marcaron un cambio significativo en el panorama climático para la zona núcleo agrícola. Tras una ola de calor extrema que elevó las temperaturas hasta los 41°C en algunas regiones, las lluvias llegaron como un alivio para los cultivos de soja y maíz, con acumulados que en varias localidades superaron los 100 milímetros.
Este temporal, más intenso y uniforme de lo previsto, fue resultado de un choque térmico entre las altas temperaturas registradas en días previos y el ingreso de un frente frío que provocó un descenso abrupto de más de 20°C en pocas horas. Este fenómeno generó tormentas intensas y bien distribuidas, que cubrieron gran parte del norte de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y el sur de Córdoba.
Cristian Russo
Cristian Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario, destacó la importancia de estas lluvias: "La combinación de la ola de calor y la falta de humedad había generado pérdidas significativas, especialmente en lotes de soja de segunda. Estas precipitaciones llegan en un momento crítico y permitirán sostener buena parte de los cultivos".
Sin embargo, Russo advirtió que la incertidumbre persiste. Para consolidar la recuperación y evitar mayores pérdidas, será clave que las lluvias continúen en los próximos días. "El ingreso de humedad extra al sistema es positivo, pero todavía necesitamos más agua para estabilizar la situación", explicó.
Datos destacados de las lluvias
En el norte bonaerense, localidades como Pergamino registraron 115 mm, Rojas 130 mm y Colón alcanzó los 170 mm en las últimas 24 horas. En el sur santafesino, Bigand recibió 120 mm y Venado Tuerto 100 mm. Mientras tanto, en el sur de Córdoba, La Carlota y Vicuña Mackenna acumularon 90 mm cada una.
Estas cifras, que superan ampliamente los registros de eventos anteriores, generan optimismo entre los productores. Sin embargo, la distribución no fue uniforme en toda la región, ya que algunas zonas del noroeste de la zona núcleo recibieron acumulados más bajos.
Las lluvias no solo aportaron un alivio inmediato, sino que también mejoraron las condiciones para posibles nuevas precipitaciones en el corto plazo. No obstante, los especialistas insisten en que será fundamental monitorear el comportamiento climático en los próximos días para garantizar la recuperación de los cultivos.
"Este evento es un respiro, pero no podemos bajar la guardia. La próxima semana será clave para definir el rumbo de la campaña", concluyó Russo.