Este evento hídrico, que continuará durante las próximas 24 horas, representa un cambio positivo para los productores, especialmente en el inicio de la campaña gruesa.
Russo explicó que las lluvias han transformado el panorama agrícola en la región. "Pasamos del 80% de sequía al 20% en solo una semana", señaló, resaltando que la recuperación hídrica ha sido significativa, aunque todavía faltan entre 100 y 140 milímetros para alcanzar niveles óptimos de reserva en el suelo. "Estos milímetros parecen casi pedidos a medida, lo cual es crucial para un buen comienzo de campaña", añadió.
Las lluvias de la semana pasada y las actuales cambiaron el rumbo de la sequía. Según Russo, el escenario se asemeja a un partido de fútbol: "Íbamos perdiendo 3 a 0 contra la sequía; con estas lluvias, estamos 5 a 3 a favor". Esta metáfora ilustra la magnitud del cambio, ya que los modelos climáticos inicialmente no preveían un evento tan significativo.
El analista también subrayó el impacto de las precipitaciones en cultivos como el trigo, que está en su última etapa de desarrollo, y en la siembra de maíz, que ahora podría evitar el riesgo de su periodo crítico en enero. Asimismo, se espera que la siembra de soja cobre impulso en las próximas semanas, gracias a la mejora de las condiciones del suelo.