En varias zonas de Argentina, los excesos hídricos siguen siendo un problema significativo para el sector agropecuario, especialmente en Entre Ríos, Corrientes, parte de Buenos Aires y de Santa Fe, donde las reservas hídricas son excesivas. A su vez, áreas como Bahía Blanca enfrentan un déficit hídrico, contrastando marcadamente con el resto de la región.
Las lluvias de marzo han sido particularmente abundantes en la zona núcleo, generando situaciones complejas para el normal desarrollo de los cultivos. Según el informe de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), importantes recargas se han registrado en el noreste de la provincia de Buenos Aires, manteniendo los niveles de exceso de agua.
Estas condiciones han permitido que los cultivos continúen en Buenos Aires, aunque con complicaciones en áreas específicas. La mayor parte de Santa Fe y de Córdoba, sin embargo, presenta condiciones hídricas adecuadas a óptimas para lotes de soja de primera.
Por otro lado, Bahía Blanca, Patagones y Villarino se distinguen por sufrir un déficit hídrico, situación casi anómala dada la escasez de precipitaciones en estas áreas en comparación con el resto del país.
La semana pasada, las lluvias superaron la mediana histórica en varias regiones. La Plata, por ejemplo, registró 124 milímetros, con 112 milímetros concentrados en solo dos días. Este temporal provocó daños en el cordón frutihortícola de la zona. Además, la ciudad de Corrientes añadió 69 milímetros a los ya altos acumulados de marzo.
A pesar de las recientes precipitaciones, el pronóstico no anticipa lluvias intensas para el fin de semana próximo en las regiones pampeanas y el NEA, ofreciendo un leve respiro a las áreas actualmente inundadas.