Las tormentas, lluvias y chaparrones continuarán al menos hasta el viernes en la ciudad de Buenos Aires, norte y este de la provincia de Buenos Aires y sur del litoral, al igual que en Córdoba, con temperaturas en descenso, mientras que las precipitaciones se desplazarán al noreste del país para el final de semana, según informó hoy el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
"El área metropolitana, norte y este de la provincia de Buenos Aires y sur del litoral, incluso Córdoba, continuará con este sistema de tormentas, lluvias, chaparrones al menos hasta el viernes a la mañana y después tenderá a mejorar con un ingreso de aire más seco y frío y descenso de temperatura", precisó a Télam la meteoróloga del SMN Cindy Fernández.Las temperaturas en la ciudad de Buenos Aires a partir del viernes oscilarán entre los 14 y 15 grados de máximas y las mínimas descenderán paulatinamente hasta llegar cerca de los 5 grados, mientras habrá marcas térmicas bajo cero o cercanas a 0 grados en el área metropolitana y centro del país, detalló la meteoróloga.
Las tormentas se desplazarán el viernes a la región del noreste argentino.
A su vez, las temperaturas en la Patagonia rondarán entre los 3 y 7 grados y continuará con térmicas inferiores a los 10 grados sábado y domingo.
Los próximos días podría haber nevadas en la cordillera de Cuyo, Patagonia y el llano patagónico, añadió el SMN.
"Seguimos con lluvias escasas, ningún mes llegó a acumular lo que debería a nivel estadístico, pero hoy la ciudad de Buenos Aires acumuló entre 30 y 50 milímetros en las últimas tres horas, un tercio de lo que debería haber llovido en todo el mes de mayo", dijo Fernández.
Las lluvias están empezando a normalizarse en comparación con estos últimos tres años de sequía.
En la provincia de Santa Fe hubo precipitaciones extensas. "En la región de Sunchales se acumularon 140 milímetros de agua en dos horas y media, en Rosario fueron 70 milímetros, lo que generó anegamientos", indicó.
Sin embargo, Fernández aseguró que para paliar la sequía "se necesitan lluvias suaves y con frecuencia de una vez por semana". De lo contrario, la acumulación de agua se transforma en escorrentía (escurrimiento del agua a cauces naturales) e inunda los territorios porque el suelo no lo puede absorber en tan poco tiempo.