Era el primer encuentro luego del tenso cruce en la cumbre del Mercosur de marzo. El presidente Luis Lacalle Pou había dicho que el bloque regional se había convertido en un "lastre" y su par argentino, Alberto Fernández, le respondió que tomara "otro barco" si ésa era su visión.
Tras ese cruce, y más allá de que ambos mantuvieron sus posiciones, desde ambos márgenes del río de la Plata intentaron poner paños fríos a la situación y el encuentro del viernes en la Quinta de Olivos, residencia presidencial en Buenos Aires, fue la demostración de que las relaciones diplomáticas volvían a su cauce.
Pero más allá del vínculo y los gestos, sobre la mesa de negociación hay varios puntos que afectan a la relación entre los países.
La construcción de un nuevo puente sobre el río Uruguay, que conecte Bella Unión (Artigas) con Monte Caseros, fue uno de los puntos en los que se llegó a un acuerdo concreto. Los gobiernos buscarán en CAF-banco de desarrollo de América Latina- el financiamiento para la obra.
Ese puente, sumado a la hidrovía del río Uruguay, son dos de las prioridades del gobierno de Lacalle para dinamizar la zona norte del país. La delegación uruguaya de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) ya había mantenido un par de reuniones con la CAF y ya están tramitadas todas las autorizaciones de impacto ambiental para construir el puente.
"La CAF manifestó interés en financiar el proyecto", dijo a El Observador el presidente de la CARU, Mario Ayala.
Un comunicado del gobierno argentino informó de este acuerdo y destacó que permitirá facilitar "profundamente el intercambio comercial inter-Mercosur" por la cercanía con Quaraí, en Brasil.
Sobre el tema que había generado el cruce entre los mandatarios por las diferencias sobre el bloque regional, el gobierno entiende que la postura de Argentina fue más receptiva a los intereses uruguayos y seguirá avanzando en ese camino. "La idea es ir avanzando e informando de esos avances", dijo a El Observador una fuente al tanto de las conversaciones.
Fernández le pidió al gobierno uruguayo que le informe de los pasos que vaya dando en este tema. Esa receptividad argentina también se vio reflejada en el comunicado que el gobierno argentino difundió tras la reunión aunque mantiene la mención a la "institucionalidad" del Mercosur.
"En cuanto al Mercosur, los presidentes acordaron mantener diálogo directo frente a cualquier problema que se presente. En ese marco, Fernández le expresó a Lacalle la comprensión de parte de Argentina de las necesidades de Uruguay y se comprometió a buscar una fórmula dentro de la institucionalidad del organismo regional que sea útil a esa demanda", dice el texto.
Desde el gobierno uruguayo ven esto como un primer paso y entienden que ahora será el canciller Francisco Bustillo, que también participó de la reunión, el que tenga que manejar "el timing" de los próximos avances.
Al salir de la Quinta de Olivos, Lacalle declaró a medios argentinos que habían hablado de distintos temas, entre los que mencionó el Mercosur y el río Uruguay, y aseguró que quedaba "claro cuáles eran los intereses de cada uno".
Apenas volvió de Argentina, Bustillo se tomó otro avión para encabezar una misión oficial a Armenia, Turquía, Georgia y España. Turquía planteó a principios de este año voluntad de firmar un acuerdo de libre comercio con el Mercosur y ha mostrado señales de acercamiento a Uruguay, como la decisión de abrir una embajada en el pequeño país latinoamericano.
Este lunes, en tanto, Cancillería también anunció a través de un comunicado que abrirá una embajada en Armenia y ese país hará lo mismo en Uruguay.
APOYO EN LA CELAC
El principal acuerdo que destacó el gobierno de Fernández de la reunión fue el apoyo de Uruguay para que Argentina tome la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). La próxima reunión de este bloque, que ahora lidera el mexicano Andrés López Obrador, será en setiembre y los argentinos intentarán que en esa instancia se vote el traspaso.
México asumió la presidencia en enero de 2020 y la candidatura de los argentinos, según dice el comunicado del gobierno de Fernández, ya cuenta con el apoyo de Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Paraguay, Perú, México y Venezuela.
En caso de concretarse, sería el primer apoyo de Uruguay a una candidatura Argentina en un organismo internacional desde la asunción de Lacalle Pou.
Es que Uruguay respaldó al estadounidense Mauricio Calver-Carone para la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo. En esa instancia, Argentina impulsaba la candidatura de Gustavo Béliz pero ante la falta de votos el gobierno decidió retirar la candidatura y se abstuvo en la votación que proclamó al estadounidense.
De esa forma se transformó en el primer no latinoamericano en presidir el banco.
Argentina también intentó llegar a la presidencia de la CAF pero, otra vez, no obtuvo los votos necesarios para lograrlo. En ese caso, Uruguay apoyó la candidatura de el colombiano Sergio Díaz Granados. Finalmente, tras varias negociaciones, todos los países respaldaron a Díaz Granados como presidente y el argentino Christian Asinelli como vicepresidente.