El Papa Francisco dijo la semana pasada a los editores de revistas culturales europeas de la Compañía de Jesús que, en su opinión, la Tercera Guerra Mundial ha sido declarada, informó este martes La Civilta Cattolica.
Tal vez la invasión rusa de Ucrania "fue provocada o no evitada", dijo el pontífice oriundo de Argentina.
"Hace unos años se me ocurrió decir que estábamos viviendo una Tercera Guerra Mundial a trozos. Ahora, para mí, la Tercera Guerra Mundial ha sido declarada. Y este es un aspecto que debe hacernos reflexionar. ¿Qué le pasa a la humanidad que ha tenido tres guerras mundiales en un siglo?" se preguntó Francisco.
"Tenemos que salir del esquema normal de que Caperucita era buena y el lobo era malo. Está surgiendo algo global, con elementos muy entrelazados", añadió.
El Papa también dijo que un jefe de Estado con el que se había reunido antes del inicio de la guerra le había dicho que alguien estaba "ladrando a las puertas de Rusia", alguien que no entendía que "los rusos son imperiales y no permiten que ninguna potencia extranjera se acerque a ellos".
"Ese jefe de Estado supo leer las señales de lo que estaba ocurriendo", explicó Francisco, para quien no es prudente centrarse únicamente en "la brutalidad y la ferocidad con la que se está librando esta guerra por parte de las tropas, generalmente mercenarias enviadas por los rusos, que es "algo monstruoso", cuando el mundo no ve "el drama que se desarrolla detrás de esta guerra, que quizás de alguna manera fue provocada o no evitada".
El jefe de los católicos también condenó el hecho de que en algún momento el conflicto pareciera una mera cuestión de "pruebas y venta de armas", porque "básicamente esto es lo que está en juego".
En cuanto a las críticas que le atribuían estar del lado del presidente ruso Vladimir Putin, Francisco dijo que era "simplista y equivocado decir tal cosa; pero simplemente estoy en contra de
reducir la complejidad a la distinción entre el bien y el mal, sin pensar en las raíces y los intereses, que son muy complejos".
"Lo que tenemos ante nuestros ojos es una situación de guerra mundial, de intereses globales, de venta de armas y de apropiación geopolítica, que está martirizando a un pueblo heroico", dijo el Papa sobre los ucranianos.
"También es cierto que los rusos pensaron que todo acabaría en una semana. Pero calcularon mal. Se encontraron con un pueblo valiente, un pueblo que lucha por sobrevivir y que tiene una historia de lucha", añadió.
El Papa también subrayó que las cosas se estaban enfriando y que el mundo debía centrarse más allá de la acción concreta del momento, y ver "cómo vamos a apoyar [a las mujeres ucranianas] para que no caigan en el tráfico, para que no sean explotadas, porque los buitres ya están dando vueltas" a su alrededor.
El pontífice lamentó asimismo que algunos cristianos estén "apegados al dinero", que terminan "empantanados" en una mala gestión del patrimonio y de los bienes y "encadenados a una visión efímera y fallida de la vida".
Francisco insistió en que "el problema no es el dinero en sí", sino las personas "deslumbradas" por la riqueza. Cuando "la única ley es la del cálculo de los beneficios", entonces "ya no hay freno" para pasar a la "lógica de la explotación" de las personas, añadió.