Cada año, los panameños consumen aproximadamente 162 libras (73.4 kilogramos) per cápita de arroz, una de las cifras más altas en la región. Sin embargo, la producción de este cereal se encuentra amenazada por la sequía que afecta al país canalero. Ante esta situación, las autoridades han autorizado la importación de 200 mil quintales de arroz, principalmente provenientes de Estados Unidos, los cuales serán recibidos por el sector molinero hasta finales de este mes. Raúl Palacios, presidente de la Asociación Nacional de Molineros, ha destacado que la oferta mundial de arroz está disminuyendo, por lo que es urgente fortalecer la producción nacional del grano. Las autoridades han anunciado que la sequía podría empeorar debido a la llegada del fenómeno atmosférico de El Niño, lo cual resultaría en una disminución en la producción de agua tanto para consumo humano como para actividades agrícolas en el país.
Actualmente, las probabilidades de que se presente El Niño son del 80%, y el país experimenta una escasez de lluvias, altas temperaturas y evaporación, factores que, según Diana Laguna, viceministra de Ambiente, se combinan para crear las condiciones propicias para este posible evento atmosférico. Ligia Castro, directora de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente, ha señalado que estos escenarios permiten tomar decisiones basadas en aspectos científicos para hacer frente a los efectos del fenómeno.
Además, destaca que Panamá es uno de los países altamente vulnerables a los cambios climáticos, a pesar de ser una de las tres naciones que a nivel mundial son carbono negativo, es decir, capturan más dióxido de carbono del que generan. El Ministerio de Ambiente ha informado que los escenarios de cambio climático para Panamá (2030, 2050, 2070) indican claramente que las temperaturas aumentarán y las precipitaciones disminuirán en cuatro regiones, incluyendo la provincia de Chiriquí, centro de producción agropecuaria y el principal productor de arroz del país.
Desde 2022 hasta 2023, el país ha experimentado seis meses con déficit de lluvias, a lo que se suma la situación global del fenómeno de El Niño, que se caracteriza por el calentamiento de las aguas del Pacífico y que mantiene al mundo en alerta por su posible llegada, según Berta Alicia Olmedo, subdirectora del Instituto de Meteorología e Hidrología. Ante esta situación, el gobierno panameño ha decretado un estado de emergencia nacional ambiental a finales de mayo, con el objetivo de facilitar recursos económicos para apoyar y preparar a los pequeños productores frente a la variabilidad climática, así como garantizar la seguridad alimentaria de los panameños, según el ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama.
Para la actividad agropecuaria, se han destinado 10 millones de dólares, los cuales, según Valderrama, se utilizarán para fortalecer la construcción de pozos profundos, represas, abrevaderos, caminos de producción y cosecha de agua.