12 Oct 2020
La sequía afecta a varios países de Latinoamérica, y en estos últimos días en particular a Brasil, con un fuerte impacto productivo como complicaciones en las tareas agrícolas y potenciales pérdidas que disparan las cotizaciones internacionales de los granos.
La sequía en Brasil, que podría retrasar la siembra y, consecuentemente, la cosecha de ese país, impulsó en las últimas jornadas los futuros de soja operados en Chicago, que alcanzaron valores máximos desde mayo del 2018.La sequía ha sido más intensa este año en la región central de Brasil, que tras cuatro meses sin lluvias registra una humedad entre 8 y 9%, inferiores a las que registran desiertos como los de Sahara o Atacama, según la agencia EFE.
Según el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet), se esperan temperaturas "por encima de la media histórica" (32°) registrada en la capital brasileña en esta época, que las actuales condiciones climáticas pueden elevarla más allá de los 40 grados.
Las altas temperaturas se registran en prácticamente todo el país, que sufre una ola de calor atípica para la primavera austral, debido -según el Inmet- a una masa de aire seco instalada en la mayor parte del país desde hace unas semanas, responsable, en parte, del aumento de los incendios en la región amazónica y en los humedales del Pantanal.
La falta de precipitaciones y la persistente sequía provoca situaciones tales como el incendio de lotes de trigo como los registrados en el Estado de Paraná, en Brasil.
"Las condiciones climáticas son atípicas; en octubre suele llover mucho para empezar a sembrar soja, pero este año las lluvias aún no han llegado y el calor es intenso; muy por encima del promedio", comentó el productor agropecuario Willian Silvestre en Twitter.
En Paraná, según el Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (Cepea), los productores están alejados del mercado, prestando atención al bajo volumen de lluvia, lo que debería afectar la calidad del cereal y reducir la oferta.
Para el director del Laboratorio Climatológico Sudamericano, Juan Minetti, la sequía se extiende a lo largo y ancho del continente como consecuencia del calentamiento global.
"Esta situación se viene viviendo hace siete años en Brasil; es una sequía que comenzó allí y se fue replicando en distintas partes del mundo. Lo que está pasando hoy en nuestro país y en California y en Chile, está totalmente relacionado a eso", explicó Minetti.
En el caso de Chile, su capital -Santiago- registra el año más seco desde 1950 y enfrenta, simultáneamente, un aumento promedio de dos grados Celsius en sus temperaturas, situación que afecta también a regiones del norte, centro y sur del país.
"No ha habido ningún año que haya sido al mismo tiempo tan seco y tan caluroso en lo que va de enero a mayo desde que se llevan registros en el país", afirmó Raúl Cordero, físico atmosférico de la Universidad de Santiago, según la agencia ANSA.
Esta situación podría cambiar en los próximos días, ya que se esperan precipitaciones de variada intensidad sobre el sur y el centro del área agrícola del Brasil, y valores escasos sobre el nordeste, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario.
Junto con el frente arribarán los vientos polares, provocando un moderado descenso térmico, que alcanzará su mayor intensidad sobre el sur y el este del área agrícola brasileña, agregó la entidad.
Sin embargo, el proceso finalizará con una vigorosa entrada de vientos del trópico con temperaturas máximas sobre lo normal, que se prolongará durante varios días en la mayor parte del área agrícola del Brasil, completó la BCR.
Fuente: Telam