En un intento por evaluar la capacidad de estos chatbots para responder preguntas específicas sobre cultura popular, se les preguntó acerca de un episodio de la serie "La Isla de Gilligan" que involucraba la lectura de la mente. Sorprendentemente, ninguno de los sistemas logró dar la respuesta correcta, evidenciando una significativa brecha en su capacidad de comprensión.
Diversas respuestas, un desafío constante
Los sistemas probaron diferentes respuestas, lo que revela la variabilidad en sus bases de datos y sus algoritmos de búsqueda. Por ejemplo:
Opus afirmó que no existe tal episodio.GPT-4 mencionó un episodio titulado "Ring Around Gilligan".Gemini 1.5 citó otro episodio completamente diferente.Llama 3 también negó la existencia de dicho episodio.La respuesta correcta, "Seer Gilligan", no fue identificada por ninguno de los sistemas, resaltando que a pesar del vasto acceso a información, los chatbots aún luchan con detalles y contextos específicos de la cultura popular.
Otras curiosidades en el comportamiento de las IA
El experimento también exploró cómo los chatbots eligen un número al azar entre 1 y 100, notando que frecuentemente seleccionan el número 42, una referencia cultural del libro "The Hitchhiker's Guide to the Galaxy". Esto sugiere una influencia de los datos de entrenamiento en los modelos de IA, mostrando cómo pueden estar sesgados por la información con la que son alimentados.
Reflexiones sobre la naturaleza de la inteligencia artificial
Estos resultados llevan a reflexionar sobre la distinción entre la "inteligencia artificial fuerte" y la "inteligencia artificial débil", conceptos popularizados por el filósofo John Searle. La inteligencia artificial fuerte sostiene que las IA pueden alcanzar un nivel de comprensión y conciencia equiparable al humano, mientras que la inteligencia artificial débil ve a las IA como herramientas avanzadas que ejecutan tareas sin comprender su significado.
El fracaso de los chatbots en responder correctamente sobre "La Isla de Gilligan" apunta a que aún estamos lejos de alcanzar una inteligencia artificial que pueda entender y procesar el contexto de manera humana, situándonos más cerca del concepto de inteligencia artificial débil.
Este desafío no solo resalta las limitaciones actuales de la IA en tareas de comprensión profunda, sino que también subraya la importancia de seguir avanzando en el desarrollo de tecnologías que puedan manejar con precisión los matices y la riqueza del lenguaje y la cultura humanos.