según un informe confidencial redactado antes de una cumbre de ministros de Asuntos Exteriores europeos y al que ha tenido acceso Politico.
La UE "está preocupada por la posición de Brasil sobre la guerra de Rusia contra Ucrania y la falta de compromiso de Brasil en cuestiones climáticas [y] medioambientales", dice supuestamente el documento. También señala que "avanzar en el acuerdo UE-Mercosur será de vital importancia", especialmente para que Europa fortalezca sus relaciones con los países latinoamericanos ante el acercamiento de Rusia y China. "Pero la UE también tendrá que aumentar las inversiones en energía, digital y cadenas de valor sostenibles" ante los planes del gigante asiático en la región latinoamericana, especialmente con Brasil, su mayor socio comercial.
Durante su gira de tres días por Pekín y Abu Dabi, Lula habló de crear un "club de la paz" de países imparciales para mediar en la crisis de Ucrania. Subrayó que "la decisión de la guerra fue tomada por dos países", indicando que Ucrania y Rusia tienen la misma responsabilidad en el conflicto, y acusó a Estados Unidos y Europa de prolongar la contienda con sus envíos de armas. También anunció que abandonaría el dólar para comerciar en yuanes con China.
"El enfoque que pone en la misma balanza a la víctima y al agresor y acusa de alentar la guerra a los países que ayudan a Ucrania a defenderse de una agresión mortal no se corresponde con el estado real de las cosas", declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano, Oleg Nikolenko, al invitar a Lula a visitar su país.
Washington calificó de erróneas las declaraciones del ministro de Exteriores brasileño, Mauro Vieira, al recibir esta semana en Brasilia a su homólogo ruso, Sergei Lavrov: "Nos chocó el tono de la rueda de prensa del ministro de Exteriores, que no utilizó un tono de neutralidad y sugirió que EE.UU. y Europa no están interesados en la paz o que comparten la responsabilidad de la guerra, eso es completamente erróneo", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Las declaraciones de Lula no fueron "una señal de la fuerza de Brasil como potencia regional, sino de su enorme dependencia económica de China hasta el punto de determinar su política exterior y, lo que es más grave, del uso de la moneda de reserva mundial para un país con una deuda externa tan elevada como Brasil", argumentó un analista político citado por Politico.
"En un momento en que el proteccionismo resurge y gana fuerza en el mundo, podemos promover alternativas que garanticen la prosperidad compartida", dijo Lula el miércoles durante un brindis con el presidente rumano, Klaus Werner Iohannis, que se encuentra en Brasil en visita oficial.
"Brasil tiene interés en la conclusión del acuerdo Mercosur-Unión Europea. Debe ser equilibrado, capaz de apoyar el proyecto de reindustrialización y desarrollo del país [Brasil]", dijo Lula.
"Todo hace pensar que existe un fuerte vínculo entre la búsqueda de una banca en el Consejo de Seguridad de la ONU y la insistencia de Brasil en ser uno de los articuladores de un posible grupo de paz junto con India", consideró Roberto Goulart Menezes, agente de prensa del G7.
Esta semana, comentaristas del medio opositor brasileño Jovem Pan llegaron a sugerir que el hecho de que Lula aspire al Premio Nobel de la Paz sería una buena explicación de su tibia postura ante el conflicto entre Rusia y Ucrania.