Las definiciones que surgieron durante el fin de semana impulsaron los títulos argentinos, en un contexto donde la política parece estar jugando un rol crucial en la estabilidad económica.
Uno de los puntos más destacados fue la aprobación en el Senado de la actualización de jubilaciones y pensiones con más de 2/3 de los votos, lo que generó intranquilidad en los mercados debido al impacto que este aumento tendría en el gasto público, representando un 1.2% del PIB. Este incremento pone en riesgo la sostenibilidad del superávit fiscal, uno de los pilares del programa económico del gobierno. Aunque el presidente anunció que vetaría el aumento, la preocupación radicaba en que el veto podría ser superado por el poder legislativo. Sin embargo, hacia el fin de semana, definiciones provenientes del PRO respaldaron el veto de Milei, reduciendo la posibilidad de que se mantenga la mayoría necesaria para anularlo. Esta noticia, junto con buenos datos sobre reservas y balance comercial, calmó el mercado del dólar y los bonos registraron subas modestas.
En el frente cambiario, los dólares financieros mantuvieron estabilidad en el rango de 1270/1300 pesos por dólar, con intervenciones esporádicas del BCRA para evitar subas abruptas. La demanda de cobertura frente al dólar oficial también se mantuvo relativamente estable, con una oferta continua en los instrumentos que vencen a fines de este año y principios del próximo. Esto también se reflejó en la reducción de flujos hacia fondos comunes de inversión dollar linked.
En cuanto a las acciones nacionales, las empresas vinculadas a la energía y el sector bancario lideraron las ganancias en el Merval, impulsadas por datos positivos en la extracción de petróleo y gas, así como por la reactivación del crédito privado. Por otro lado, los sectores relacionados con la construcción e industria mostraron un desempeño más rezagado, según los últimos informes de CAME.
Sin embargo, la gran noticia de la semana provino de Estados Unidos, donde el presidente de la Reserva Federal (FED) anunció que ha llegado el momento de comenzar a bajar las tasas de interés. Esta decisión, enmarcada en un mercado laboral que muestra signos de enfriamiento y una inflación que parece acercarse al objetivo, generó importantes subas en las acciones a nivel global, un fortalecimiento de las monedas frente al dólar y una caída en las tasas de los bonos del Tesoro de EEUU. La magnitud de esta modificación de la tasa se conocerá en la próxima reunión de la FED el 18 de septiembre.
En resumen, la semana pasada fue un reflejo del impacto del factor político en la economía argentina, donde las definiciones políticas ayudaron a reducir los riesgos para el equilibrio fiscal, mientras que en el escenario internacional, la decisión de la FED de bajar las tasas tuvo un efecto positivo en los mercados globales.