Durante su intervención, cuestionó duramente las políticas públicas que han prevalecido en el país en las últimas décadas, argumentando que "para proteger a la industria, se le ha quitado al campo", y sostuvo que dicha protección solo ha generado un sector industrial dependiente del Estado.
Milei no escatimó críticas y afirmó: "Quitar recursos a unos para dárselos a otros no es una política económica, es un robo que, además, destruye la economía a largo plazo".
Continuó con su discurso habitual, subrayando que "la mejor política industrial es una buena política fiscal y monetaria, honrar las deudas y recuperar la credibilidad del país".
El mandatario también se refirió a lo que denominó un "segundo mito" creado por la política a lo largo de los años, que consiste en enriquecerse a expensas de los productores y perjudicar al sector agropecuario.
Según Milei, este mito sostiene que la libertad económica es perjudicial para el desarrollo industrial, algo que él refutó categóricamente: "Ningún país ha quebrado por abrirse al comercio internacional; de hecho, todos los que lo han hecho han progresado". Añadió que "lo realmente dañino es un Estado sobredimensionado que carga sobre los hombros de la economía.
Nosotros venimos a reducir el Estado para mejorar la competitividad, a achicarlo para que crezca el bolsillo de los ciudadanos". Milei destacó que, en 113 años, Argentina ha tenido un déficit fiscal constante, y resaltó que su administración logró un superávit fiscal robusto en su primer mes de gestión. También reiteró su apoyo al sector privado, afirmando: "Sepan que soy un aliado del sector privado.
Cuando un empresario gana dinero, es un benefactor social". El Presidente también criticó los altos costos que enfrentan las empresas, que, según él, "pretenden proteger a los trabajadores pero solo destruyen el empleo". Insistió en que la única manera sostenible de avanzar es que el Estado proteja el valor del dinero, ya que cualquier regulación que obstaculice la capacidad del sector privado genera pobreza.
En cuanto a las leyes laborales en Argentina, Milei las comparó con el fracaso de la ley de alquileres, señalando que, aunque hubo críticas cuando se desreguló el mercado de alquileres, nadie menciona cómo aumentó la oferta de propiedades y cómo, en términos relativos, los precios cayeron significativamente. "Parece que les cuesta aceptar lo poderoso que es el mercado", añadió.
Finalmente, Milei se refirió a lo que llamó "la tercera cabeza del monstruo", refiriéndose al costo invisible del Estado y la burocracia. Criticó la cantidad de impuestos en Argentina, señalando que de los cerca de 190 existentes, 180 no recaudan ni el 10% y solo generan trabas y demoras que dificultan la actividad económica.
En relación al Impuesto PAIS, Milei confirmó la reducción de 10 puntos en su tasa, que a partir de este lunes vuelve al 7,5% previo a su asunción, y anunció que el gravamen será eliminado por completo el 31 de diciembre de este año. "En diciembre, se termina el nefasto Impuesto PAIS", aseguró, criticando al kirchnerismo por haberlo creado bajo la promesa de que sería temporal, solo para prorrogarlo repetidamente.