Este registro se encuentra por encima de los números que se presentaban en el año pasado, implicando un rebote de consideración como consecuencia de la caída que se había dado en la faena durante el 2021, luego de que se aplicaran restricciones a la comercialización externa.
No obstante, la dinámica local parece haber recuperado buena parte del ritmo que se llevaba en años anteriores, puesto que si comparamos los resultados de este año con los niveles de procesamiento previos nos encontramos con que la faena animal se encuentra menos de un 1% por debajo de los 8,9 millones de cabezas faenadas durante el mismo período de 2019 y de 2018, aunque la caída respecto al 2020 es mayor.
Por otra parte, debe destacarse que, como efecto compensador, la producción cárnica de este año supera a la de años anteriores, puesto que los animales que se están enviando a faenar son más pesados y, por ende, se obtiene una mayor cantidad de kilos tras su procesamiento.
En este sentido, el 2022 se ha producido, según los datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), 2 millones de toneladas equivalentes a res con hueso, encontrándose levemente por encima de los períodos 2018 y 2019 y menos de un 1% por debajo de los resultados del 2020.