La Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA) ha alzado su voz ante la demora del Congreso en debatir la Ley Nacional de Maquinaria Agrícola. El presidente de la CAFMA, Eduardo Borri, expresó su preocupación y descontento con la falta de avances en este tema, señalando que la industria no puede permitirse el lujo de trabajar con la misma lentitud que el Congreso.
El proyecto de ley busca definir qué equipos de maquinaria agrícola deben ser considerados de fabricación local, con el objetivo de dirigir los créditos subsidiados del Estado hacia la producción nacional. Para Borri y otros representantes del sector, el financiamiento equitativo es esencial para promover la competitividad y fortalecer la industria local.
La CAFMA sostiene que esta iniciativa no busca limitar la importación ni cerrar el país, sino garantizar que los recursos sean distribuidos de manera justa y que la industria nacional reciba un apoyo adecuado para competir en igualdad de condiciones. Según Borri, durante el evento Agroactiva se destinaron importantes sumas de créditos subsidiados a empresas extranjeras, dejando en desventaja a las compañías nacionales.
Por otro lado, los representantes del sector también han lanzado críticas hacia la política y los políticos, argumentando que mientras la industria trabaja diariamente, invierte y genera empleo, los políticos se centran más en sus agendas individuales que en las necesidades de la industria. Exigen que los legisladores presten atención a este proyecto y comiencen a discutirlo de manera urgente.
En cuanto al contenido de la ley, la CAFMA subraya que su propósito no es ser proteccionista, sino establecer reglas claras y transparentes para el sector. Además, aseguran que han tenido que enfrentar argumentos de empresas multinacionales que buscan dilatar el debate y evitar la nacionalización de ciertos componentes de las máquinas.
Finalmente, la CAFMA insiste en que los datos demuestran la necesidad de una distribución más equitativa del crédito y que la industria nacional, a pesar de generar el 90% de los empleos en el sector, solo recibe el 55% de la facturación y utiliza un tercio del crédito disponible. Piden que los recursos sean dirigidos de manera más eficiente para impulsar la competitividad y el desarrollo del sector.