Este es el segundo año consecutivo en que el indicador se mantiene dentro de los parámetros previstos, según el informe del Índice de Precios del Consumidor (IPC) elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En diciembre, la inflación mensual fue de apenas 0,34%, marcando un leve incremento respecto al mes anterior. Sin embargo, la inflación subyacente -que excluye productos como combustibles, frutas y verduras frescas- mostró un aumento más marcado del 0,51% en el último mes del año, cerrando en 5,83% a nivel anual.
Alimentos y turismo, los motores del incremento
Entre los rubros que más incidieron en el aumento del IPC, destaca el sector de alimentos y bebidas no alcohólicas, que subió un 0,33% en diciembre. La carne lideró este incremento con un alza del 2,02%, mientras que frutas y frutos secos aumentaron un 3,54%, impulsados por productos como las frutillas y los limones, que registraron subas del 39,95% y 36,82%, respectivamente.
En el ámbito estacional, la recreación, el deporte y la cultura experimentaron un incremento del 3,07%, con un destacado aumento del 12,75% en paquetes turísticos al exterior, típico del período vacacional. Asimismo, los restaurantes y servicios de alojamiento crecieron un 1,03%.
Por otro lado, el sector del transporte presentó una variación positiva del 0,82%, principalmente influenciada por la fluctuación del dólar, mientras que el rubro de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles disminuyó un 1,45%, gracias a los beneficios del programa "UTE Premia" en las tarifas eléctricas.
Perspectivas económicas para 2025
El cierre del año con una inflación dentro del rango objetivo refuerza la estabilidad del sistema económico, aunque algunos factores, como el alza de productos alimenticios clave y los servicios vinculados al turismo, siguen generando presión sobre los consumidores.
De cara al 2025, las autoridades económicas se enfrentan al desafío de mantener este equilibrio en un contexto de posibles fluctuaciones externas y ajustes internos, buscando sostener el poder adquisitivo de los hogares y la competitividad del mercado local.