Como resultado, General Motors, una de las principales automotrices que opera en Argentina, se ha visto obligada a suspender su producción en la planta de Alvear, ubicada en la provincia de Santa Fe. Esta interrupción de la producción se mantendrá hasta el próximo viernes y su reanudación dependerá de la capacidad para normalizar el abastecimiento de autopartes desde el extranjero.
La causa detrás de esta drástica medida radica en que diversos proveedores internacionales decidieron interrumpir sus envíos de insumos a Argentina debido a la falta de pago por parte de la filial local de General Motors. Esta situación es una consecuencia directa de las restricciones al acceso a dólares impuestas por el Gobierno argentino. La imposibilidad de acceder a divisas en tiempo y forma ha afectado a un amplio espectro de importadores, quienes se han visto obligados a postergar los pagos al exterior.
El sector automotriz y autopartista es uno de los más golpeados por esta problemática, ya que las importaciones suelen financiarse a plazos que oscilan entre 180 y 360 días. Como resultado, existe una acumulación de deudas que asciende a miles de millones de dólares con proveedores y casas matrices en el extranjero.
Si bien los proveedores internacionales habían advertido previamente sobre la posibilidad de cortar el suministro de productos debido a la falta de pago, esta es la primera vez que se observa una interrupción de envíos de tal magnitud que ha llevado a una terminal automotriz a paralizar sus operaciones durante dos semanas.
General Motors ha expresado su compromiso de recomponer la cadena de suministro con los proveedores afectados y ha asegurado que está trabajando para resolver la situación a la mayor brevedad posible. Los componentes faltantes provienen de diversos mercados, incluyendo países asiáticos.
La planta de General Motors en las afueras de Rosario es responsable de la producción de modelos como el Tracker y el Cruze. Se prevé que el Cruze, en particular, saldrá definitivamente de la línea de montaje antes de que finalice el año.
La decisión de General Motors de suspender su producción se suma a una serie de paradas realizadas por otras terminales automotrices en Argentina en los últimos tiempos. Empresas como Renault, Nissan, Stellantis y Volkswagen también han tenido que suspender sus operaciones debido a problemas en el suministro de piezas o ajustes en sus niveles de inventario.