La festuca alta suele calificarse como una forrajera de mediano nivel alimenticio. Sin embargo, en determinados momentos de su ciclo productivo acompañado por un buen manejo de la defoliación, es posible disponer de un adecuado alimento, con niveles DIVMS por encima del 70 % y PB mayor a 15 % a fines del invierno-principios de la primavera. Sin embargo, puede disminuir la DIVMS a menos del 50 % y en PB de 10 % en pleno verano. Entre los factores que afectan en forma negativa a la pastura de festuca se encuentra el pasaje de la planta del estado vegetativo al reproductivo. El encañado que en la festuca alta ocurre a fines del invierno, dependiendo de la precosidad del cultivar (cv), es más temprano que en el resto de las gramíneas invernales, excepto cebadilla criolla. Esto involucra la aparición de tallos, los cuales, si bien aportan una elevada cantidad de materia seca (MS), esta es de menor calidad respecto a la de las hojas y de las vainas. Otro motivo que afecta a la pastura de festuca es el ciclo de vida de sus hojas que es un período corto y que es regulado por la temperatura ambiente. Este período, de tiempo acotado, a su vez se combina con que en cada macollo, en promedio, no hay más de 2,5 hojas vivas en un mismo momento. Es decir, cuando la tercera hoja está finalizando su expansión, o sea que hay tres hojas expandidas, la primera hoja, que es la más vieja, se estará senesciendo. A partir de este momento se estabiliza la producción de forraje verde, ya que se equipara la cantidad de hojas que se están generando con las que están secando. Es decir, hay un aumento en la cantidad de pasto disponible pero la pastura va perdiendo sus cualidades alimenticias. El pasto ovillo tiene un modelo de valor nutritivo similar a festuca alta pero con datos algo mayores en varios períodos, en especial en verano. Las cebadillas, en general, son de término medio en aspectos de DIVMS, entre el 55 y 65 %, pero con PB muy elevadas, variando entre 12-19 %. El valor alimenticio del agropiro alargado suele ser un aspecto negativo cuando se lo compara con las otras forrajeras templadas. Es común que se lo identifica como un "pasto duro", sin embargo, con un manejo adecuado es posible obtener una DIVMS entre 60-65 % y niveles de PB entre los 12-15 %. Un problema observado con gran frecuencia, en el agropiro, es la demora en su utilización. La calidad del agropiro suele ser un aspecto negativo cuando se lo compara con otras forrajeras en algunos momentos de su ciclo y dependiendo del manejo de la defoliación.
Los verdeos de invierno (VI) durante la etapa vegetativa tienen una aptitud nutritiva de muy buena a excelente, en todas las especies y cv. En el primer pastoreo, acentuado en otoños e inicio de inviernos cálidos y húmedos, estos presentan un contenido de agua superior al 85 %, más del 20 % de PB y debajo del 10 % de carbohidratos solubles (energía). Estos datos hacia el final de la etapa vegetativa cambian mucho y, previo al encañado, llegando a contener un 70 % de agua, menos de 15 % de PB y más de 20 % de carbohidratos solubles. El cambio es gradual pero, con el inicio de las heladas y escasez de agua en el suelo se hace abrupto, condición que se conoce como "sazonado". Un VI en estas condiciones presenta una mejor relación energía/proteína y menor contenido de agua. Hay una limitante del consumo de forraje, y por ende en la ganancia de peso vivo (GPV), el alto contenido de agua (mayor al 80 %) en un VI sin sazonar. En el transcurso del día, como producto de la fotosíntesis y oreado del rocío aumenta la energía y la MS. En ambas situaciones se mejora la relación energía/proteína y disminuye el contenido de agua en la dieta por lo que se incrementa la GPV. A partir del segundo pastoreo los verdeos ya estarían sazonados, por lo cual por si solos conformarían una dieta más equilibrada. Pero, con el inicio del encañado, y en adelante, el comportamiento es diferente según la especie considerada. Ciertos cv de centeno son los que más temprano encañan y los que más disminuyen su valía, seguido de la cebada, triticale, avena y raigrás anual. Las tres primeras, aún en estado de grano lechoso, sostienen adecuada aptitud alimenticia por el aporte del grano, compensando lo que va perdiendo en este sentido las hojas y los tallos.
Las mohas respecto a otras especies se la identifica por la alta velocidad en la que transcurren las etapas de su ciclo de vida. En su uso, esta característica, exige prestar mucha atención en determinar el momento en que será utilizado sobre todo como forraje conservado. En el caso de ser usada en forma directa, previo a la encañazón presenta adecuados niveles de DIVMS como PB. En los sorgos, esta utilización, implica la necesidad de hacer una siembra temprana de un híbrido con capacidad de rebrote, como los tipos sudanenses, sus híbridos, y los forrajeros con el carácter BMR, fotosensitivo y/o alto en azúcares. Así se dispondrá de pasto de calidad aceptable desde inicios de enero hasta el período de heladas que interrumpa el ciclo del cultivo, utilizándolo durante este período bajo pastoreos reiterados. Cada inicio del aprovechamiento requiere que el cultivo tenga bajo el ácido cianhídrico que se genera en la masticación. Pero tampoco hay que demorar en el inicio de su uso para evitar que pase al estado reproductivo y pierda su aptitud nutritiva. Al finalizar el aprovechamiento con los animales, para obtener un rebrote uniforme, es conveniente pasar una picadora. Los sorgos tipo sudan tienen un crecimiento inicial muy rápido, alta capacidad de rebrote y en consecuencia encañan muy rápido, por esto es necesario pastorear con alta carga animal dejando un remanente de 10 cm para tener un adecuado crecimiento posterior. Bajo condiciones favorables la siguiente utilización podrá realizarse luego de unos 20-35 días. Los sorgos azucarados tienen como ventaja que no son tan exigentes en el manejo del pastoreo, ya que aún en avanzado estado de desarrollo mantienen su valor por el elevado contenido de azúcar en sus cañas. Considerando la DIVMS y la PB no hay evidencias de diferencias marcadas en los distintos tipos de sorgos considerando todos los usos evaluados, si menores valores de lignina en los BMR que pueden contribuir a una mejor aprovechamiento de la celulosa y hemicelulosa de la pared celular.