Las encuestas iniciales muestran que la implantación del cultivo podría sufrir un derrumbamiento histórico debido a los daños ocasionados por esta plaga en la actual temporada.
En la provincia de Córdoba, responsable del 40% del maíz argentino, las estimaciones indican una fuerte caída en la superficie sembrada. Un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba revela que la presencia de la chicharrita, vectora de la bacteria Spiroplasma Kunkelii, está causando gran preocupación entre los agricultores. Este insecto es responsable del complejo de enfermedades conocido como "Corn Stunt Spiroplasma (CSS)" o "Achaparramiento del maíz".
La encuesta realizada por la Bolsa de Cereales sugiere que la superficie sembrada con maíz en Córdoba podría reducirse a 2,2 millones de hectáreas, un 30% menos en comparación con el ciclo anterior, lo que representaría una disminución de aproximadamente 900.000 hectáreas. Si se cumple esta proyección, sería la menor superficie en casi una década, desde las 1,6 millones de hectáreas del ciclo 2015/16.
La chicharrita del maíz no solo afecta a Córdoba. La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario también prevé una reducción en la siembra de maíz en la zona núcleo, estimando una disminución de 300.000 hectáreas. Esto haría que la relación entre la soja y las gramíneas crezca nuevamente a favor de la oleaginosa.
En Carlos Pellegrini y El Trébol, Santa Fe, se anticipa que la superficie de maíz tardío caerá por completo, y se estima una reducción del 30% en el área de maíz temprano. Situaciones similares se esperan en otras localidades, con disminuciones significativas debido al temor al ataque de la chicharrita.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ha publicado recomendaciones para eliminar los maíces "guachos" o "voluntarios", que sirven como reservorio para la chicharrita. Se enfatiza en la importancia de realizar un "vacío sanitario" durante el período de barbecho, eliminando todas las plantas de maíz voluntarias para prevenir la supervivencia del vector.
La implementación de herbicidas preemergentes efectivos y el uso de métodos mecánicos para cortar las raíces del maíz son algunas de las estrategias sugeridas por el INTA para controlar la población de Dalbulus maidis.
El panorama actual presenta grandes desafíos para los productores de maíz en Argentina. Con el temor latente de la chicharrita y las condiciones económicas adversas, los agricultores deben adoptar estrategias de manejo integradas y seguir las recomendaciones de las autoridades agrícolas para proteger sus cultivos y mitigar los riesgos asociados con esta plaga devastadora.