El Gobierno de Javier Milei enfrenta debates sobre el atraso cambiario en Argentina, una situación que el presidente descarta como una supuesta arrogancia de poner un precio de equilibrio al dólar. Estas declaraciones se producen tras las observaciones de Luis Caputo, quien cuestionó la validez del índice de tipo de cambio real del Banco Central, comparándolo con datos históricos que indican un margen de sostenimiento para el crawling peg actual.
Según el Tipo de Cambio Real Multilateral, el peso argentino muestra una apreciación del 43% desde el pico de devaluación de diciembre. Esta apreciación se alinea con un crawling peg del 2%, frente a una inflación que probablemente excederá el 60% en el primer cuatrimestre, lo que ha generado alertas de analistas sobre un potencial atraso.
Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, insisten en que la situación actual refleja una economía con equilibrio fiscal y superávit comercial y de cuenta corriente, sugiriendo que el tipo de cambio real actual no debe compararse con el de hace cinco meses. Caputo ha expresado que "esa apreciación vino para quedarse", descartando la posibilidad de futuros ajustes bruscos en la tasa de cambio.
Esta posición se complementa con una advertencia dirigida a los productores del sector agropecuario, instándolos a no especular con la retención de granos en anticipación a un salto cambiario. La preocupación del Gobierno se centra en la necesidad de divisas, especialmente tras una liquidación de abril que alcanzó los US$1.910 millones, la más baja para ese mes desde 2020, según la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro Exportador de Cereales (CIARACEC).
En el contexto internacional, el Gobierno argentino enfrenta incertidumbres sobre la renovación de un tramo del swap con China, que vence en junio y asciende a unos US$5.000 millones. La reciente visita a China por representantes del Gobierno no logró anuncios significativos, y se especula que podría requerirse un gesto político mayor, como un viaje del presidente Milei, para destrabar las negociaciones.