Un grupo de más de 1.400 inversores afectados por la crisis de República Ganadera en Uruguay, emitió un comunicado el pasado 20 de diciembre en el que manifiestan su preocupación por la falta de transparencia, control y garantías en la gestión del proyecto, poniendo en duda la solidez del modelo ganadero del país, tradicionalmente reconocido por su sistema de trazabilidad.
El sistema ganadero uruguayo, que se erige como uno de los más confiables y transparentes del mundo, enfrenta actualmente una crisis de confianza sin precedentes. Los afectados por República Ganadera señalan una serie de irregularidades que incluyen falsificación de firmas, inexistencia de inventarios fiables y un agujero financiero inexplicable que pone en riesgo la integridad de la industria.
El comunicado no solo habla de cifras y números, sino que también pone de relieve las dramáticas historias humanas que subyacen en este escándalo. Historias de familias, ahorros perdidos y una profunda sensación de traición por parte de quienes confiaron en un proyecto que prometía rentabilidad y seguridad.
Una hija devastada: Carla, psicóloga y madre de dos hijos, cuenta la historia de sus padres, emigrantes retornados que invirtieron sus ahorros en República Ganadera para asegurar su vejez. Tras la muerte de su padre, Carla se quedó sin dinero para cubrir los gastos del entierro y con una deuda cada vez más grande, mientras lucha por sobrevivir con los pocos recursos que le quedan.
Un adulto mayor desamparado: Juan, de 78 años, vendió su casa para invertir en el proyecto con la esperanza de asegurar una vejez tranquila. Ahora, sin techo y con sus ahorros desaparecidos, denuncia que no solo perdió el dinero invertido, sino también su dignidad. "Trabajé toda mi vida para tener un futuro digno. Ahora no tengo nada", lamenta.
Una familia desesperada: Un joven matrimonio que había invertido sus ahorros en el proyecto con la esperanza de cubrir los costos médicos de su hijo enfermo ahora se enfrenta no solo a la pérdida financiera, sino también a la angustia de ver el deterioro de la salud de su pequeño sin alternativas para tratarlo. "No sabemos cómo vamos a salvar a nuestro hijo. Esto nos ha dejado sin alternativas", expresa con el corazón roto la madre.
Los inversionistas afectados denuncian múltiples irregularidades graves que continúan sin respuesta concreta por parte de las autoridades:
Falsificación de firmas: Los afectados afirman que animales siguen siendo trasladados sin autorización de los propietarios legítimos, utilizando firmas presuntamente falsificadas.
Ausencia de inventarios confiables: No se han presentado inventarios oficiales ni declaraciones juradas verificables por parte de República Ganadera, lo que ha alimentado la desconfianza.
Discrepancias en el número de inversionistas: Según los informes recientes, el número de inversionistas en República Ganadera se redujo considerablemente entre noviembre y diciembre, sin una explicación clara, mientras que el pasivo de la empresa no parece haber disminuido, lo que genera aún más inquietud entre los afectados.
Un agujero financiero inexplicable: A pesar de las excusas relacionadas con la crisis económica y la sequía, los damnificados cuestionan la desaparición de más de 70 millones de dólares, una suma que aún no ha sido justificada de manera convincente.
Para los inversionistas afectados, este escándalo no solo es una pérdida personal, sino una amenaza directa al prestigio de Uruguay como líder mundial en trazabilidad ganadera. "Si este sistema era tan transparente, ¿cómo es posible que ocurran irregularidades de esta magnitud?", se preguntan los damnificados, mientras exigen respuestas claras.
A pesar de las denuncias penales y las notificaciones al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, así como a la Policía Rural, las fiscalías aún no han tomado medidas significativas. Los afectados temen que, con la llegada de la feria judicial, las autoridades se retrasen y no queden recursos para recuperar.
Los inversores no buscan solo justicia para ellos, sino también salvaguardar la integridad del sistema ganadero uruguayo. Exigen que el gobierno realice auditorías exhaustivas, implemente controles rigurosos y garantice la transparencia en todas las operaciones ganaderas.
Este no es solo un problema de un grupo de inversionistas, sino una alerta a toda la sociedad uruguaya para proteger un sector clave de la economía nacional. Si no se toman medidas inmediatas, el impacto sobre la credibilidad de Uruguay en los mercados internacionales podría ser irreversible, afectando a miles de familias que dependen de la actividad agropecuaria.