Tras un año de sequías extremas, la región ha recibido casi 500 milímetros de lluvia en pocos días a principios de enero, causando estragos en el campo.
Pablo Sánchez, ex titular de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes y actual Vicepresidente 3ro de CRA, destacó la dramática transformación de una sequía histórica a una situación de inundación. Las áreas más afectadas incluyen Goya, Lavalle, Santa Lucía y San Roque, donde los campos bajos y los desbordes de ríos y arroyos han tenido un impacto devastador en la agricultura y la ganadería.
El escenario actual ha resultado en la pérdida de cultivos, muerte de terneros, y reducción de peso en el ganado. Esta situación no solo representa una pérdida inmediata de producción, sino que también afecta estructuras y viviendas, dejando campos inutilizables en el corto plazo.
Sánchez expresó su preocupación por la pérdida de esperanzas económicas que los productores tenían tras los años difíciles de sequía. El impacto financiero de estas inundaciones no solo afecta a los productores, sino también a la economía de la provincia y del país.
Ante esta crisis, el apoyo gubernamental se hace esencial para ayudar a los productores a recuperarse de esta situación adversa. Las inundaciones, que han llevado a los campos al extremo opuesto de la sequía, representan un duro golpe para un sector ya debilitado y resaltan la necesidad de una respuesta efectiva y de medidas para mitigar estos desastres naturales.