La situación climática en el centro y sudoeste de la provincia de Buenos Aires se agrava con el paso de los días. Según un relevamiento de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), realizado a partir de imágenes satelitales, casi 2 millones de hectáreas agrícolas y ganaderas están bajo el agua en al menos 13 partidos bonaerenses.
Las precipitaciones acumuladas en las últimas semanas superaron los 400 milímetros en algunas regiones, afectando cultivos próximos a la cosecha y dejando sin pasturas a los productores ganaderos, que intentan trasladar su hacienda a zonas más altas. La situación es calificada como "muy grave" por referentes del sector, quienes advierten sobre pérdidas económicas millonarias y serias complicaciones en la producción agropecuaria.
El impacto en los principales partidos afectados
Según el relevamiento del productor y secretario de Carbap, Pablo Ginestet, las inundaciones han generado severos anegamientos en los siguientes partidos bonaerenses:
General La Madrid: 320.718 hectáreas
Laprida: 241.819 hectáreas
Benito Juárez: 155.248 hectáreas
Gonzales Chaves: 119.169 hectáreas
Coronel Pringles: 117.174 hectáreas
Daireaux: 111.689 hectáreas
En total, más de 500.000 hectáreas están completamente inundadas y otras 1.450.000 presentan anegamientos severos.
Cultivos y ganadería, los sectores más afectados
Uno de los sectores más perjudicados es el cultivo de girasol, que se encontraba en plena etapa de cosecha en la región y ahora enfrenta pérdidas importantes debido a la acumulación de agua en los lotes.
"La zona es mayormente ganadera, pero hay muchos girasoles listos para cosecharse que sufrirán mermas significativas", explicó Ginestet.
Por otro lado, la ganadería también está en crisis debido a la falta de pasturas. "No solo perdimos pasto en cantidad, sino en calidad. Los animales ya están sufriendo las consecuencias del estrés hídrico", agregó. La situación ha obligado a los productores a trasladar su hacienda a campos más altos, pero muchos caminos están cortados y el acceso a los lotes es limitado.
En las últimas horas, en Bahía Blanca se reportó la desaparición de gran cantidad de ganado menor, como ovejas y terneros, debido al avance del agua. En esa región, el temporal dejó un saldo trágico de 16 personas fallecidas, y los efectos de las inundaciones se extienden más allá de los campos productivos.
El agua sigue avanzando y genera nuevas preocupaciones
Las imágenes satelitales indican que el agua continuará desplazándose en los próximos días a través de la red de drenaje. Parte de la masa de agua se dirigirá hacia la Laguna Alsina y Cochicó, mientras que otra parte tomará el cauce del arroyo Vallimanca en dirección al río Salado, lo que podría generar nuevas zonas anegadas aguas abajo.
Además, en la región de Henderson, Carlos Casares, Pehuajó y 9 de Julio, se registraron precipitaciones acumuladas de entre 400 y 700 mm en apenas 20 días, lo que también ha generado pérdidas en cultivos y daños en caminos rurales.
Lluvias récord en otras zonas agrícolas del país
Mientras que las inundaciones provocan estragos en Buenos Aires, en otras regiones del país la situación es diferente. En la zona agrícola núcleo, las lluvias de febrero y marzo revirtieron el déficit hídrico y permitieron recuperar la humedad en los suelos.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el mes pasado terminó con precipitaciones por encima de la media en el 95% de la región núcleo, con un promedio de 222 mm, casi el doble del promedio histórico.
Las localidades más afectadas por los excesos hídricos en la región núcleo fueron:
- Bigand: 398 mm (segundo febrero más lluvioso en 19 años)- Carlos Pellegrini: 337 mm
- Rosario: 280 mm
- Pergamino: 284 mm
- Rojas: 279 mm
Si bien esta lluvia fue beneficiosa para los cultivos de soja y maíz, en algunos sectores las precipitaciones generaron saturación de los suelos y problemas de anegamientos que podrían afectar la cosecha gruesa.
El impacto de las inundaciones en Buenos Aires es devastador, con cultivos perdidos, caminos rurales intransitables y miles de productores en emergencia. La ganadería enfrenta uno de sus momentos más difíciles, mientras que en otras regiones del país las lluvias fueron un alivio tras meses de sequía.
El desafío ahora es evaluar los daños y gestionar soluciones para mitigar el impacto en la producción agropecuaria. Desde el sector rural advierten que, sin respuestas rápidas del Gobierno, las pérdidas económicas podrían ser irreversibles para muchos productores.