El NOA y Cuyo enfrentan tormentas fuertes, mientras el este del país continúa con déficit hídrico.
El inicio de la semana trajo consigo una fuerte circulación de viento norte que, según los pronósticos, se mantendrá durante los próximos días, provocando un aumento sostenido de las temperaturas. Este patrón atmosférico divide al país en dos escenarios bien definidos: mientras el oeste enfrenta alta humedad y tormentas intensas, el este experimenta calor extremo sin lluvias a la vista.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta naranja para el este de Mendoza y el sur de San Luis, zonas que podrían experimentar tormentas intensas acompañadas de ráfagas de viento y posible caída de granizo.
En tanto, La Pampa, el sudoeste de Buenos Aires, el este de Río Negro, y el resto de Mendoza y San Luis están bajo alerta amarilla, con probabilidad de eventos meteorológicos localizados y acumulados de entre 20 y 40 mm.
El noroeste argentino (NOA) también se encuentra en estado de alerta, abarcando San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy. Estas provincias podrían registrar tormentas fuertes o severas, con precipitaciones moderadas pero localizadas, acompañadas de viento y granizo en algunos casos.
Las altas temperaturas son el otro gran protagonista de la semana. Zonas de Cuyo y el noroeste de la Patagonia se encuentran bajo alerta roja debido a temperaturas que superan ampliamente los valores normales.
El calor persistirá en gran parte del país, con alerta amarilla en el norte patagónico, la región Pampeana, el Litoral y el centro-norte del país. Se prevé que los valores térmicos sigan aumentando durante los próximos días, agravando la situación.
El sostenido aumento de temperaturas, especialmente en zonas con alerta roja, podría generar complicaciones en sectores vulnerables como la agricultura, la ganadería y la salud pública. Las autoridades recomiendan evitar actividades al aire libre durante las horas de mayor calor, mantenerse hidratado y seguir las actualizaciones meteorológicas.
Mientras tanto, el contraste entre las tormentas localizadas en el oeste y el calor persistente en el este plantea desafíos significativos, destacando la necesidad de estar atentos a las condiciones cambiantes en todo el país.