Este dispositivo no solo se desplaza utilizando sus cuatro extremidades robóticas, sino que también emplea un módulo de cámara e inteligencia artificial (IA) para evaluar y atender las necesidades hídricas de las plantas.
El robot, que fue inicialmente considerado para su uso en viñedos, opera eficazmente en jardines más controlados, como los de plantas de tomate, debido a desafíos como la altura de las hojas y la irregularidad del terreno. Según Gianluca Teti, miembro del equipo, FREISA muestra una gran capacidad para identificar plantas específicas, navegar hacia ellas y ajustar su posición para regar eficientemente.
El equipo, compuesto por amigos que han trabajado juntos en el sector del embalaje, ve en FREISA no solo una herramienta de jardinería, sino una introducción a una nueva era de soluciones agrícolas avanzadas. La elección de patas cuadrúpedas para el robot se debe a su superioridad en la navegación por terrenos complejos en comparación con alternativas como ruedas, orugas o cuadricópteros.
Además, el costo de producción del robot fue mantenido por debajo de los 500 dólares estadounidenses, utilizando software de código abierto, lo cual subraya el enfoque accesible y práctico del equipo. FREISA no solo ganó el Gran Premio en el Concurso de IA OpenCV 2023, sino que también tiene planificadas mejoras futuras, incluyendo la implementación de una cámara estéreo OAK-D Lite para mejorar la estimación de la distancia a los objetivos.