Mientras los exportadores demandan infraestructura competitiva, el sector se pregunta si hay un verdadero plan estratégico o si solo se busca reducir el déficit fiscal.
La competitividad del agro argentino no solo depende de los precios internacionales o de las políticas impositivas, sino también de la infraestructura que conecta los campos con los puertos. Sin rutas, ferrocarriles y vías navegables eficientes, muchas regiones productivas quedan en desventaja frente a sus competidores globales.
En este contexto, dos anuncios recientes del Gobierno nacional encendieron el debate en el sector agroexportador:
Privatización del Belgrano Cargas: Un cambio en la gestión del ferrocarril clave para el transporte de granos y productos agrícolas.
Suspensión de la licitación de la hidrovía del Paraná: Se postergó el proceso para definir el dragado y balizamiento de la vía troncal.
"Vemos que el Gobierno toma decisiones históricamente demandadas", señaló Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
Sin embargo, surgen interrogantes sobre si estas medidas están orientadas a fortalecer una estrategia exportadora o si solo buscan achicar el gasto público sin considerar el impacto en la producción agroindustrial.
Belgrano Cargas: privatización con dudas
La decisión de privatizar el Belgrano Cargas genera expectativas, pero también incertidumbre en el sector. La modalidad de concesión, que dividirá la red ferroviaria en distintos tramos (vías, talleres y formaciones), plantea desafíos operativos.
"Si un exportador de maní en Córdoba quiere usar el tren, ¿cómo negocia un productor de porotos en Salta para tener acceso a las vías?", se preguntan los especialistas del sector ferroviario.
El Belgrano Cargas es clave para el transporte de granos desde el NOA y NEA hacia los puertos del Gran Rosario. La falta de inversión en infraestructura ferroviaria ha encarecido el costo del transporte, aumentando la dependencia del camión, que hoy moviliza el 92,7% de la carga agrícola.
La privatización podría traer mayor eficiencia y mejor gestión, pero la fragmentación del servicio podría generar complicaciones en la logística del agro.
Hidrovía del Paraná: clave para las exportaciones
El otro gran tema que preocupa al sector es la hidrovía del Paraná, el corredor fluvial por donde sale el 80% de las exportaciones agrícolas del país. La postergación de la licitación para el dragado y balizamiento genera incertidumbre sobre el futuro de la vía navegable.
El sector privado propuso un plan para que el concesionario se haga cargo de la hidrovía con una concesión de 15 años en lugar de 30, pero la iniciativa no fue considerada por el Gobierno.
El objetivo de los exportadores es alcanzar un calado de 40 pies en los próximos años, lo que permitiría mejorar la competitividad frente a otros países productores como Brasil y EE.UU.
"El desarrollo de la hidrovía fue clave para que la soja argentina se expandiera en los 90", recuerdan desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
El temor del sector es que, al no haber un plan integral, se pierda competitividad frente a países como Brasil, que invierte fuertemente en infraestructura logística para mejorar la salida de su producción de soja y maíz.
¿Libre mercado o estrategia exportadora?
El presidente Javier Milei ha dejado claro que el Estado no intervendrá en el desarrollo de infraestructura, dejando en manos del sector privado la decisión de invertir o no.
"No hay que esperar planificación del Gobierno, pero el agro se pregunta si es posible combinar la reducción del Estado con una política de inserción internacional", analizan en el sector.
En un contexto global cada vez más competitivo, el agro argentino necesita infraestructura eficiente para sostener su posición como proveedor clave de alimentos. Sin un plan estratégico, el temor es que se pierdan oportunidades frente a países que avanzan con políticas más integradas.