Con un 8,6% de menores de cinco años con sobrepeso. Aunque hay una leve mejora en comparación con mediciones anteriores, la región aún enfrenta desafíos persistentes en términos de seguridad alimentaria. La desigualdad, la pobreza y el cambio climático han revertido el progreso en la lucha contra el hambre, lo que requiere acciones conjuntas para abordar estos problemas, según los líderes de la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (WFP).
El informe también destaca la creciente inseguridad alimentaria, con 247,8 millones de personas afectadas en 2022, una disminución de 16,5 millones en comparación con 2021. Las desigualdades persisten, afectando más a las mujeres y las zonas rurales. Además, la región enfrenta el desafío de la malnutrición, con aumentos en la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en niños y adultos. La alta prevalencia de sobrepeso en niños y adolescentes es particularmente preocupante, y se destaca la necesidad de transformar los sistemas alimentarios para garantizar una alimentación saludable para todos.