Esta cifra representa solo un 0,9% menos en comparación con el mismo periodo del año anterior, lo que marca una estabilización tras las caídas interanuales del 7,5% y 13,3% registradas en los dos trimestres previos.
El repunte de la actividad en este sector se debe a un aumento en la faena de machos y una desaceleración en la caída de la faena de hembras en comparación con los trimestres anteriores.
En paralelo, los precios de las carnes y derivados en la región del Gran Buenos Aires aumentaron un 3,1% mensual, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC-GBA INDEC), que registró una suba general del 3,7% en septiembre, con una inflación interanual del 214,0%. Pese al alza en este rubro, los principales cortes de carne vacuna solo subieron un 1,0%. En cambio, las mayores subas provinieron del pollo entero, con un incremento del 5,2%, y de la caja de hamburguesas congeladas, que aumentó un 7,5%.
Esta estabilización en la faena y los moderados aumentos de precios reflejan un panorama más equilibrado para la industria cárnica argentina.