La industria automotriz argentina enfrenta serias interrupciones en su producción debido a la falta de insumos provocada por las recientes inundaciones en Brasil. Este problema afecta a tres grandes automotrices en el país: General Motors, Fiat y Peugeot-Citroen, todas las cuales han tenido que detener la producción temporalmente.
General Motors anunció la suspensión de actividades en su planta de Alvear, Santa Fe, desde el 23 hasta el 31 de mayo. La empresa indicó que las "graves inundaciones" en Brasil han interrumpido la distribución terrestre de piezas esenciales, impactando directamente su capacidad de producción.
Por su parte, Fiat y Peugeot-Citroen, ambas del grupo Stellantis y ubicadas en Córdoba y el Gran Buenos Aires respectivamente, ya llevan una semana sin actividad debido al mismo problema. Este contexto se agrava aún más con la reciente caída de ventas en el sector, sumado a las dificultades continuas relacionadas con restricciones de importación, deudas pendientes del gobierno anterior y los efectos de la devaluación implementada por la administración de Javier Milei.
La situación en Brasil es crítica, especialmente en el sur, donde se localizan muchos de los proveedores de autopartes que abastecen a las fábricas argentinas. El presidente brasileño, "Lula" da Silva, ha solicitado al Congreso reconocer una situación de calamidad pública por los desastres naturales que han devastado la región de Río Grande do Sul, exacerbando la crisis en la producción automotriz regional.
La pausa en la manufactura no solo supone un desafío inmediato para estas empresas, sino que también resalta la vulnerabilidad de las cadenas de suministro interdependientes en el contexto del Mercosur. Las plantas automotrices se preparan para enfrentar un panorama incierto, mientras el sector busca soluciones a estas interrupciones significativas.