Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). A pesar de este crecimiento, el sector no ha logrado compensar las pérdidas observadas en enero, manteniendo un saldo negativo del -3,9% en el acumulado anual.
El análisis del INV detalla que, específicamente, las exportaciones de vino a granel mostraron una notable mejoría, con un aumento del 13,7%, destacándose un crecimiento del 119,6% en los vinos blancos de esta categoría. Por otro lado, los vinos fraccionados tuvieron un desempeño más modesto, con un incremento del 0,8% en los vinos tintos, mientras que los vinos blancos fraccionados decrecieron un 3,9%.
En términos monetarios, las exportaciones vitivinícolas también presentaron una mejora, generando un total de 50,3 millones de dólares FOB en febrero, lo que representa un aumento del 5% en comparación con el año anterior. Este incremento se vio impulsado tanto por el vino fraccionado como por el granel, además de un notable aumento en las exportaciones de mosto concentrado, que creció un 34,9% en volumen.
A pesar de estos indicadores positivos en febrero, el balance del primer bimestre del año sigue en números rojos, con una reducción global del 3,9% en el volumen exportado respecto al mismo período de 2024. Este contexto plantea desafíos para el sector vitivinícola argentino, que busca mejorar su competitividad en el mercado global mientras enfrenta variables económicas adversas tanto a nivel local como internacional.