Esta realidad, sumada a una buena cosecha local, ha llevado a una baja agresiva en los precios, afectando la rentabilidad de los productores locales, según Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.
Romano destaca que, aunque financieramente ha habido mejoras, con la siembra a 350 y cosecha a 800 $/USD, los precios locales para maíz y soja han descendido a niveles donde ya no son rentables. Esta situación es preocupante para los productores, quienes enfrentan un escenario de menor rentabilidad a pesar de la aparente mejora financiera.
En cuanto al trigo, la producción local ha sido mejor de lo esperado hace un mes, pero aún así está por debajo de las estimaciones iniciales y con problemas de calidad. A nivel mundial, se observa un aumento en la producción y saldo exportable de Ucrania y Rusia, lo que representa una competencia directa en términos de precios.
El reporte del USDA ha desmentido las expectativas previas, aumentando la producción estimada de EE.UU. en maíz y soja, y los recortes para Brasil en ambos cultivos resultaron menores de lo esperado. Esto ha generado un panorama de stocks más cómodos a nivel mundial, afectando los precios.
Actualmente, los precios para la nueva cosecha de soja se encuentran en 290 USD/tt, 174 para maíz temprano y 164 para tardío. Estos valores, junto con el incremento en los costos de insumos y el deterioro de las relaciones insumo-producto, ponen en jaque la rentabilidad de los productores locales.
A pesar de la difícil situación, muchos productores lograron mitigar el impacto comprando anticipadamente y financiándose en pesos a tasas bajas en dólares. Sin embargo, Romano señala que los precios actuales están lejos de los niveles esperados, lo que sigue representando un desafío significativo para el sector agrícola local.