Aseguran que la medida atenta contra la competitividad de la industria nacional.
Fabricantes de maquinaria agrícola rechazaron la apertura de la importación de equipos usados
En una postura conjunta, fabricantes nacionales y multinacionales de maquinaria agrícola expresaron su fuerte rechazo a la reciente decisión del Gobierno de Javier Milei de eliminar el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), una normativa vigente desde hace más de 30 años que limitaba el ingreso al país de equipos usados.
La medida, que fue anunciada por decreto la semana pasada, busca "afianzar la estabilización de los precios y provocar la disminución de aquellos artificialmente elevados que generan falta de competencia y transparencia". Sin embargo, desde las entidades que nuclean a los principales actores del sector, la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros Equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT) y la Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), surgieron duras críticas por el impacto que podría tener la liberalización en toda la cadena productiva.
Preocupación por la competencia desleal
Desde AFAT, que agrupa a multinacionales con presencia industrial en Argentina, emitieron un comunicado en el que expresaron "su profunda preocupación", señalando que la medida "generará impactos económicos, sociales y ambientales adversos significativos para el país". En ese sentido, recordaron que "no se debe pasar de un extremo al otro", citando al propio ministro de Economía, Luis Caputo, quien en 2024 había destacado la necesidad de tener equilibrio al abrir mercados.
La cámara denunció que esta apertura introduce una "clara asimetría" entre los fabricantes locales y los productos usados que ingresan desde economías con menores costos fiscales, laborales y de financiamiento. A esto se suma la ausencia de garantía, trazabilidad y controles técnicos sobre los equipos usados que podrían ingresar bajo el nuevo régimen.
Una inversión nacional en riesgo
Las empresas nucleadas en AFAT aseguran haber invertido miles de millones de dólares durante más de cinco décadas en el desarrollo y fabricación local de maquinaria de última generación. Hoy cuentan con 12 plantas distribuidas entre Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, con una red de más de 500 puntos de venta y asistencia técnica, y una generación directa de 16.700 puestos de trabajo.
"El ingreso masivo de maquinaria usada representa mercadería de descarte ya amortizada, lo que hace que sus precios sean irrisorios y no puedan ser compensados por ningún arancel. Eso afecta tanto al mercado de maquinaria usada local como a la venta de equipos nuevos", explicaron desde la cámara.
Consecuencias para el empleo y el agro
Desde CAFMA, que representa a la industria metalmecánica nacional, se sumaron al reclamo recordando el origen del CIBU como una herramienta para garantizar una apertura económica ordenada. Según la cámara, su eliminación "amenaza directamente a la cadena de valor industrial nacional y al entramado productivo federal", generando riesgos para la continuidad de la producción y del empleo en muchas regiones del país.
Además, advirtieron sobre el peligro fitosanitario asociado al ingreso de maquinaria sin controles adecuados. "La incorporación de equipos usados puede implicar la introducción de plagas exógenas, como lo fue la aparición de la ‘chicharrita' del maíz durante la campaña 2023/24, que causó pérdidas millonarias en el mercado interno y en exportaciones", señalaron.
El documento también cuestiona el reemplazo del CIBU por una simple declaración jurada en el Sistema Informático Malvina (SIM) de la Dirección General de Aduanas, lo que a su entender deja expuesto al sistema a maniobras de reventa o reacondicionamiento de equipos sin trazabilidad ni destino productivo claro.
"Competir sí, pero con reglas claras"
Ambas cámaras coincidieron en que "el objetivo del debate debe centrarse en cómo mejorar la competitividad local", y no simplemente abrir el mercado a bienes usados sin contemplar el daño colateral que puede implicar. "Esta medida reemplaza el valor agregado, la innovación y el trabajo argentino por el descarte extranjero", sentenciaron desde CAFMA.
El decreto que eliminó el CIBU permite ahora la importación sin autorización previa de bienes usados incluidos en los capítulos 84 a 90 de la Nomenclatura Común del Mercosur. Esto incluye maquinaria agrícola, industrial, equipos médicos, transformadores, tractores, generadores, embarcaciones, drones, repuestos ferroviarios y más. Solo bastará con que los importadores aseguren por declaración jurada que los productos no constituyen residuos ni tienen como destino la disposición final.
Frente a este escenario, las entidades industriales redoblan su pedido para que el Gobierno revise los alcances de la medida y convoque al sector para discutir un esquema que promueva la competitividad sin poner en riesgo décadas de desarrollo nacional.