La combinación de estas dos gigantes japonesas crearía el tercer grupo automovilístico más grande del mundo, solo por detrás de Toyota y Volkswagen, con ventas proyectadas de 191 mil millones de dólares anuales.
El acuerdo, que también podría involucrar a Mitsubishi Motors, representaría la mayor reestructuración en la industria automotriz desde la fusión de Fiat Chrysler Automobiles y PSA en 2021. En este contexto, tanto Honda como Nissan buscan ganar escala y compartir recursos frente a la creciente competencia de gigantes tecnológicos como Tesla y empresas chinas como BYD, que están revolucionando el mercado con vehículos eléctricos y tecnología avanzada.
El CEO de Honda, Toshihiro Mibe, destacó la amenaza que representan los fabricantes chinos de vehículos eléctricos y los nuevos actores del sector. "Tenemos que desarrollar capacidades para luchar contra ellos en 2030, de lo contrario seremos derrotados", señaló Mibe, refiriéndose a las tendencias de electrificación y conducción autónoma que están transformando la industria.
Objetivo de crecimiento y estabilidad financiera
Ambas compañías japonesas buscan lograr ventas combinadas de 30 billones de yenes (191 mil millones de dólares) y ganancias operativas de más de 3 billones de yenes, lo que les permitiría enfrentar la feroz competencia de marcas extranjeras y consolidarse en el mercado global. Las conversaciones para la fusión están previstas para concluir a finales de 2025, con la creación formal de la nueva entidad en agosto de 2026, cuando ambas empresas retiren sus acciones de la bolsa.
La fusión también elevaría el volumen de ventas globales del grupo combinado a más de 8 millones de vehículos, superando a Hyundai y Kia, que actualmente ocupan el tercer lugar en términos de ventas. En paralelo, Nissan también ha implementado una serie de medidas de reestructuración, incluyendo la eliminación de 9.000 empleos y la reducción del 20% de su capacidad de producción global, en un esfuerzo por estabilizar sus operaciones después de una caída en las ventas en mercados clave como China y Estados Unidos.
Un movimiento estratégico para sobrevivir en un mercado cambiante
Ambas compañías han enfrentado dificultades en los últimos años debido a la creciente competencia de fabricantes chinos y el desafío de adaptarse a la electrificación del mercado. Sin embargo, el acuerdo de fusión no está orientado a un "rescate" de Nissan, según aseguró Mibe, quien enfatizó que la recuperación de Nissan es un "prerrequisito" para que el acuerdo avance.
El acuerdo también ha suscitado reacciones mixtas, con algunos expertos, como el ex presidente de Nissan, Carlos Ghosn, expresando dudas sobre la complementariedad de ambas compañías en una alianza. Por otro lado, Renault, el principal accionista de Nissan, ha manifestado su disposición a considerar todas las opciones posibles y abrir conversaciones sobre la fusión.
El impacto de esta noticia fue inmediato en los mercados, con las acciones de Honda subiendo un 3,8%, las de Nissan un 1,6% y las de Mitsubishi Motors un 5,3%. Mientras tanto, el índice Nikkei cerró con un alza del 1,2%, reflejando la optimista reacción de los inversores ante esta posible reestructuración de la industria.
En un momento clave para la industria automotriz, la fusión entre Honda y Nissan podría convertirse en un movimiento determinante para enfrentar los retos del mercado del futuro, donde la electrificación, la innovación tecnológica y la competencia global son cada vez más intensas.