Hace días atrás se ha registrado que la anomalía de la temperatura superficial del mar (TSM) sobre el Pacífico ecuatorial correspondiente a la región Niño 3.4, se encuentra en torno a +0,5 °C.
Para la gran mayoría de las personas, el hecho que se registre esta cifra podría ser suficiente para declarar un episodio El Niño. Pero este fenómeno natural requiere de un acuoso análisis de variables atmosféricas y oceánicas, además de prolongarse por un cierto período de tiempo.
En la última actualización de la anomalía de TSM se puede apreciar un reciente leve descenso de esta variable oceánica, llegando a marcar +0,435 la mañana del jueves 18. Al respecto, aunque el promedio mensual pronto supere +0,5 °C, los pronosticadores no declararán el inicio de El Niño, a menos que la atmósfera tropical responda concretamente de la manera esperada para la fase cálida.
Entonces ¿de qué depende que se declare un episodio El Niño? Para dar respuesta nos volcaremos a la explicación secuencial expuesta por la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) mediante 3 preguntas clave.
¿Es la anomalía mensual de la TSM, en la región Niño 3.4, igual o superior a +0,5 °C?¿Se pronostica que esta anomalía superior a +0,5 °C se mantenga, al menos, durante los próximos trimestres?¿Se aprecia un cambio en la Celda de Walker? Es decir ¿está lloviendo más sobre el Pacífico central y menos sobre Indonesia?
Si las respuestas a las 3 preguntas es ¡sí! entonces es factible continuar con el análisis de otras variables oceánicas y atmosféricas, para respaldar aun más la presencia de un episodio de El Niño (fase cálida). Como podrás darte cuenta, comunicar oficialmente un evento de este tipo conlleva diligencia en la labor científica.
¡En alerta! Calentamiento global del océano
De acuerdo a los recientes informes de la NOAA, las condiciones cálidas del océano no se limitan solo al Pacífico tropical. A pesar de algunas temperaturas oceánicas inusualmente frías en la costa este de Estados Unidos, el océano global se ha presentado notablemente cálido.
En este sentido, un episodio El Niño en desarrollo solo aumenta la posibilidad de temperaturas oceánicas récord a escala global. Como consecuencia de ello, probablemente se manifiesten importantes impactos ecológicos, incluso para peces y corales.
Otro factor que considera la NOAA es que el calor oceánico generalizado pueda hacer un poco más difícil que las temperaturas cálidas en el Pacífico ecuatorial induzcan una respuesta en la atmósfera tal como la conocemos. Si bien, se puede predecir un evento meteorológico extremo asociado a El Niño, recordemos que los impactos también son económicos y logísticos, generando mayor vulnerabilidad en países de menores ingresos y recursos.