Grupos agrícolas de EE.UU. piden a Trump evitar deportaciones masivas de trabajadores. Los agricultores advierten sobre el impacto devastador que tendría en la cadena de suministro de alimentos y en los precios para el consumidor.
Los principales **grupos agrícolas de Estados Unidos** han pedido al presidente electo **Donald Trump** que reconsidere su promesa de deportaciones masivas, ya que podría afectar gravemente a un sector que depende en gran medida de trabajadores inmigrantes sin estatus legal. En 2023, **la agricultura y sus industrias relacionadas aportaron 1,5 billones de dólares al PIB estadounidense**, equivalente al 5,6%, según el Departamento de Agricultura (USDA).
**Una fuerza laboral crucial pero vulnerable** Casi la mitad de los **2 millones de trabajadores agrícolas** carecen de estatus legal, al igual que muchos empleados en las industrias lácteas y empacadoras de carne, según datos de los departamentos de Trabajo y Agricultura.
El representante **John Duarte**, agricultor y legislador republicano por California, destacó que los pueblos pequeños que dependen de la agricultura colapsarían si los trabajadores fueran deportados. Propone que el gobierno garantice que aquellos con más de cinco años en el país y sin antecedentes penales no sean objetivo de las redadas. "La agricultura depende de estos trabajadores.
Si se los deporta, la economía local y la cadena de suministro de alimentos sufrirán gravemente", afirmó Duarte. **Programa de visas insuficiente** El programa de visas H-2A permite a los empleadores contratar trabajadores temporales si no hay suficientes estadounidenses disponibles. Aunque ha crecido, con 378.000 posiciones certificadas en 2023, representa apenas el 20% de la fuerza laboral agrícola total.
Muchos agricultores enfrentan dificultades para cumplir con los requisitos de salario y alojamiento que exige el programa, especialmente aquellos con necesidades de trabajo durante todo el año. "Necesitamos un programa laboral confiable y asequible para asegurar la producción de alimentos en Estados Unidos", dijo **John Hollay**, de la Asociación Internacional de Productos Frescos. **Impacto económico y social** Expertos como **David Ortega**, profesor de la Universidad Estatal de Michigan, advierten que una deportación masiva afectaría la **cadena de suministro de alimentos** y elevaría los precios para el consumidor. "Estos trabajadores desempeñan funciones esenciales que muchos estadounidenses no están dispuestos a hacer", afirmó.
El temor de los trabajadores se combina con la posibilidad de nuevas redadas en plantas empacadoras de carne, como las que ocurrieron en el primer mandato de Trump. **Mary Jo Dudley**, de la Universidad de Cornell, subrayó el estrés crónico que enfrentan los trabajadores por estas amenazas. ### **El mensaje de la administración Trump** El próximo "zar de la frontera" de Trump, **Tom Homan**, ha indicado que la aplicación de las leyes de inmigración se centrará en criminales y personas con órdenes finales de deportación.
Sin embargo, también afirmó que ningún inmigrante indocumentado estará exento. Esto genera incertidumbre en el sector agrícola, que ha pedido garantías claras de que sus trabajadores no serán objetivo. Mientras tanto, la **portavoz de transición de Trump, Karoline Leavitt**, reafirmó el compromiso del presidente electo de cumplir sus promesas de campaña, incluidas las deportaciones.
Un sector unido en su reclamo** Grupos como **Western Growers** y la **American Farm Bureau Federation** piden soluciones más amplias, como vías legales para trabajadores agrícolas, y recalcan la importancia de mantener esta fuerza laboral para garantizar el suministro de alimentos. "La incertidumbre perjudica a agricultores y trabajadores por igual. Es esencial un enfoque equilibrado para proteger nuestra economía y cadena alimentaria", concluyó **Dave Puglia**, director ejecutivo de Western Growers.