Ante la confirmación del primer caso de gripe aviar en el país, los integrantes de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA), advirtieron que se trata de "una mala noticia", pero aclararon que se busca llevar tranquilidad a los productores y a la población en general, ya que el caso detectado es aislado en ave silvestre y los sistemas están activados para mitigar el traslado al área comercial.
"Es una muy mala noticia, por las consecuencias que puede traer aparejado en términos de mortandad de aves y bajas productivas, pero este es un momento para llevar tranquilidad a los productores y a la población en general, pues al momento se trata de un caso aislado en ave silvestre y estamos con los sistemas activados para mitigar el traslado a los establecimientos comerciales", dijo Javier Prida, presidente de CAPIA.
"El Senasa está actuando muy bien, con protocolos internacionales, profesionalismo y compromiso. Los productores trabajaremos codo a codo con las autoridades colaborando para redoblar las medidas de prevención y control en todos los establecimientos productivos del país y estamos en comunicación permanente ante la situación", agregó.
En un comunicado, los integrantes de la entidad señalaron que "instamos a productores a fortalecer todas las medidas de bioseguridad y ante la detección de aves muertas, con dificultades de locomoción o signos neurológicos, tomar inmediato contacto con el Senasa por medio del teléfono 011-5700-5704. En la Argentina se siguen estrictamente las definiciones establecidas por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) que caracterizan a esta patología y recomiendan los procedimientos pertinentes para su abordaje".
Capia también expresó que "los brotes de influenza aviar pueden tener consecuencias económicas graves para la industria avícola, la sanidad de las aves silvestres, los medios de subsistencia de los productores y el comercio internacional". En ese sentido, se advirtió que "los productores pueden sufrir un nivel de mortalidad elevado en sus bandadas, a menudo con un porcentaje aproximado del 50%". Por otro lado, la transmisión de la influenza aviar de las aves a los seres humanos, "suele ser esporádica y se produce en un contexto específico. Las personas que están en contacto estrecho y repetido con aves infectadas o con entornos muy contaminados deben redoblar las medidas de prevención para mitigar el riesgo de contraer esta enfermedad".
Por otro lado, se presentó un decálogo de definiciones y recomendaciones, donde lo primero que se sostienen es que según la OIE, la influenza aviar (IA) es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta tanto a las aves domésticas como a las silvestres. Esta enfermedad compleja está causada por virus divididos en múltiples subtipos (es decir, H5N1, H5N3, H5N8, etc.), cuyas características genéticas evolucionan con gran rapidez. La enfermedad ocurre en todo el mundo, pero los diferentes subtipos son más frecuentes en ciertas regiones En general, las múltiples cepas del virus de influenza aviar pueden clasificarse en dos categorías en función de la gravedad de la enfermedad en las aves de corral.
Definiciones
Además, se sostiene que varios factores pueden contribuir a la propagación del virus de la influenza aviar, como Globalización y comercio internacional, Producción avícola y venta (mercados de aves vivas), Aves silvestres y rutas migratorias. Por otro lado, en las aves, el virus de la influenza aviar se elimina en las heces y las secreciones respiratorias, y puede transmitirse a través del contacto directo con las secreciones de las aves infectadas o indirecto, a través de los piensos y el agua contaminados. Debido a la naturaleza resistente del virus de la IA en el medio ambiente, incluida su capacidad para sobrevivir durante largos períodos a muy bajas temperaturas, también pueden transportarse en los equipos y propagarse fácilmente de un establecimiento al otro.
Sobre cuál es la función de las aves silvestres en la propagación de la influenza aviar, desde Capia precisaron que "las aves silvestres migratorias, en especial las acuáticas, son huéspedes y reservorios naturales del virus de la influenza aviar. En sus tractos intestinales o respiratorios, pueden transportar las distintas cepas del virus de la influenza aviar. Según la cepa del virus y la especie de ave, el virus puede resultar inofensivo o fatal para el ave silvestre. Cuando las aves tienen pocos o ningún síntoma del virus, pueden propagarlo entre países vecinos o a través de largas distancias, acompañando sus rutas migratorias. Las aves silvestres desempeñan una función principal en la evolución del virus de la influenza aviar y su mantenimiento durante las temporadas bajas".
Por último, se mencionó que si bien las principales especies silvestres involucradas en el ciclo viral de la influenza aviar son las aves acuáticas, las gaviotas y las aves playeras, "el virus parece transmitirse fácilmente entre las distintas especies de aves. La exposición directa de las aves de corral a las aves silvestres es el factor de transmisión más probable. Por lo tanto, es fundamental limitar su exposición a las aves silvestres para reducir al máximo el riesgo de introducción de la influenza aviar en las bandadas".