25 Ene 2021
La fuerte suba que registró el precio de la carne a lo largo de 2020 respondió esencialmente a una búsqueda de mayor rentabilidad por parte de los principales actores de la cadena tras el freno registrado en los primeros meses de la cuarentena, en un contexto en el que el consumo local además disminuyó, afirmó la economista Florencia Gutiérrez, del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
"Solo en diciembre la carne aumentó en promedio 20%, y en términos anuales un 75%", detalló Gutiérrez en diálogo con Radio 10, tras lo cual resaltó que incluso uno de los cortes más populares, como lo es el asado, "registró una suba del 99% en el último año, porque pagamos la comida internamente que producimos acá con precios internacionales".
La economista afirmó que el aumento no se justifica, "porque si bien se ha ido moviendo el tipo de cambio oficial, e incluso el precio de los combustibles luego del descongelamiento, y eso puede remarcar un poco el precio, nada de esto justifica que haya un aumento del 75%".
"Esto solo es parte de querer obtener cierto margen de rentabilidad perdido en el año, porque además el consumo está en un nivel muy bajo, no existe una alta demanda que lo explique", agregó.
La economista explicó que el pasado año tuvo una dinámica particular en lo referido al comportamiento de la inflación, la que "durante abril, mayo y junio de desaceleró, al existir precios muy regulados, e incluso precios como los de la canasta básica que si bien no estaban regulados, sí existía un acuerdo fuerte con precios máximos que permitía mantener cierta estabilidad, algo que cambió en los últimos meses en que se observó una aceleración en los productos más sensibles".
En ese sentido, Gutiérrez señaló que "en diciembre la exportación de carne aumentó fuertemente, y en el caso de un mercado como el chino, se observó una demanda mucho mayor debido a una necesidad de reposición de stock luego de un año en que el comercio internacional estuvo muy parado, lo que terminó encareciendo también el mercado interno".
La economista de CEPA sostuvo que si bien "existe un precio de hacienda muy relacionado a la cotización internacional, también existe un costo propio que tiene la carne al mirar toda la cadena de comercialización, en que en cada eslabón de esa cadena se va remarcando el precio de acuerdo a lo cosos que va teniendo en cada sector".
Sin embargo, afirmó que el aumento actual no se justifica, "porque si bien se ha ido moviendo el tipo de cambio oficial, e incluso el precio de los combustibles luego del descongelamiento, y eso puede remarcar un poco el precio, nada de esto justifica que haya un aumento del 75%".
"Esto solo es parte de querer obtener cierto margen de rentabilidad perdido en el año, porque además el consumo está en un nivel muy bajo, no existe una alta demanda que lo explique", repitió.
De cara al corto plazo, Gutiérrez resaltó la necesidad de que las autoridades lleven adelante un esquema de acuerdo con los grandes formadores de precios, "que no son muchos en Argentina, como se hizo mediante los programas de Precios Máximos, y al programa de Precios Cuidados al que se le fue dando más musculatura".
Fuente: Telam