"No es un proceso fácil dada la naturaleza altamente política del tema y la interrelación de los subtemas", dijo a BNamericas la gerente del centro de finanzas sustentables del WRI, Natalia Alayza.
La semana pasada se confirmó que el objetivo inicial de US$100.000 millones se alcanzó por primera vez en 2022, dos años más tarde que lo previsto originalmente. Según la OCDE , los países desarrollados proporcionaron y movilizaron cerca de US$116.000 millones en financiación climática para las naciones en desarrollo en 2022.
El nuevo objetivo debe adoptarse antes de 2025, según el Acuerdo de París, que estableció la meta original de US$100.000 millones como mínimo.
Las negociaciones iniciales están en marcha en la Conferencia de Bonn sobre Cambio Climático de la ONU , que comenzó el lunes y se prolongará hasta el 13 de junio.
Alayza señaló que este logro inicial ayudará a los países a reducir sus opciones para el nuevo objetivo antes de la COP29 de noviembre en Bakú, Azerbaiyán.
"Por ejemplo, es necesario determinar si solo se tratará de una provisión de flujos financieros de los países contribuyentes o si también habrá un objetivo más amplio de desplazar todos los movimientos financieros. Asimismo, se está debatiendo el papel de las pérdidas y los daños como parte del objetivo. Hasta la fecha, no hay consenso sobre estos elementos", afirmó.
El concepto de pérdidas y daños ha sido un tema controvertido en pasadas negociaciones climáticas. Las conversaciones de la COP del año pasado incluyeron promesas de un fondo para abordar el problema y, hasta enero, las contribuciones habían alcanzado los US$661 millones, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
El WRI estima que habrá US$580.000 millones en pérdidas anuales relacionadas con el clima hasta 2030.
Al establecer una nueva meta de financiamiento, hay varios factores a considerar, incluido el marco de tiempo, la capacidad de financiamiento de los países contribuyentes, si otras naciones pueden convertirse en contribuyentes y la posible inclusión de nuevos mecanismos, agregó Alayza.
EL PAPEL DE LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE
Latinoamérica y el Caribe, una de las regiones más vulnerables al clima del mundo, está tratando de hacer oír su voz en la configuración del nuevo objetivo de financiamiento.
"Latinoamérica y el Caribe ha estado expresando su posición a través de los diferentes grupos negociadores para asegurar una cifra que se alinee con sus necesidades financieras, identificadas en billones", aseveró Alayza.
La ejecutiva agregó que los países de la región han enfatizado la necesidad de que el nuevo objetivo "aborde la calidad del financiamiento, incluidos los niveles de concesionalidad, para que el financiamiento no limite aún más el espacio fiscal ni aumente la carga de la deuda de los países".