El Gobierno nacional anunció la entrada en vigencia de la Fase 3 del programa económico con un giro profundo en su política cambiaria. Desde este lunes, se eliminan las restricciones para la compra de dólares por parte de personas físicas y se implementa un nuevo régimen de flotación administrado con bandas móviles, lo que marca el fin del cepo cambiario vigente desde 2019.
El anuncio fue encabezado por el ministro de Economía, Luis Caputo , y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili , quienes confirmaron que el tipo de cambio oficial podrá fluctuar libremente entre $1.000 y $1.400.de , con una actualización mensual del 1%. A su vez, se elimina el tipo de cambio móvil , se desactiva el " dólar blend " para exportaciones y se levanta el límite mensual de US$200. para los ahorristas .Para los ahorristas.
Desde el sector agropecuario, las reacciones no tardaron en llegar. Nicolás
Pino , presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), calificó la medida como "un nuevo horizonte" para el agro. "Es un reclamo histórico del campo. Su implementación generará más inversiones y mayor previsibilidad", afirmó.
Además, se anunciaron nuevas condiciones para importadores , giro de utilidades al exterior a partir de 2025 y la creación de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL) , orientados a regularizar deudas externas y dividendos previos.
También se confirmará que no habrá más emisión monetaria para cubrir el déficit fiscal , aunque el Banco Central podrá inyectar pesos en caso de intervenir para sostener el piso del dólar.
Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) , Carlos Castagnani expresó que toda medida que "apunte a ordenar la macro y dar confianza" es bienvenida.
En tanto, José Martins , presidente de la Bolsa de Cereales, destacó el acuerdo con el FMI y la simplificación del esquema cambiario como señales positivas para el desarrollo agroindustrial.
La Bolsa de Comercio de Rosario , Coninagro , Federación Agraria y CARBAP también respaldaron la decisión oficial. Coincidieron en que el levantamiento del cepo y la reducción de la brecha cambiaria ayudarán a planificar, invertir y producir en un contexto más previsible.
De esta forma, el campo, uno de los sectores más golpeados por la distorsión cambiaria de los últimos años, ve en esta nueva etapa una oportunidad para reactivar su potencial productivo y contribuir de forma más sólida al crecimiento del país.