Este cambio, aunque prometedor para el medio ambiente, plantea la pregunta: ¿es sacrilegio abandonar el rugido de un V8?
La nueva RAM 1500, apodada Ramcharger, adopta un sistema híbrido que utiliza un motor naftero Pentastar V6 de 3.6 litros con 305 CV para generar electricidad y alimentar dos motores eléctricos, uno en cada eje, convirtiendo la pick-up en un vehículo de tracción integral. Esta configuración híbrida única, similar a la vista en el Nissan X-Trail, ofrece una potencia total de 663 caballos de fuerza y una impresionante autonomía oficial de 1110 kilómetros.
La variante Rebel, disponible en Argentina, también se suma a esta evolución tecnológica. Presenta una mecánica Mild Hybrid, donde el motor V8 de 5.7 litros convencional está acompañado por un motor eléctrico que asiste al motor naftero, pero no transmite torque directamente a las ruedas. Con 395 caballos de fuerza, una caja automática de 8 velocidades, tracción 4x4 con reductora y desactivación de cilindros (MDS), la RAM 1500 Rebel busca ofrecer un rendimiento óptimo tanto en carretera como fuera de ella.
Este cambio no solo implica una revolución en la propulsión de la RAM 1500, sino también ajustes estéticos en el frente y la introducción de un nuevo logo. Este movimiento refleja el compromiso de la marca con la innovación y la adaptación a las demandas ambientales en el mercado automotriz.
Aunque algunos aficionados al V8 puedan sentir que se está despidiendo de una era, la RAM 1500 está liderando el camino hacia una nueva generación de vehículos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. ¿Sacrilegio o una evolución necesaria? El tiempo dirá cómo la industria y los fanáticos responden a este cambio radical en una de las pick-ups más emblemáticas de Estados Unidos.