En primer lugar, los directores federados expresamos nuestro enérgico repudio ante la alarmante ola de violencia que padece la ciudad de Rosario, condenando los actos de terrorismo que afectan la seguridad y el bienestar de la sociedad, e instamos a las autoridades a generar todas las condiciones para reinstaurar la paz en la vida cotidiana de sus ciudadanos.
Ya en el marco de la situación que atravesamos los pequeños y medianos productores, y con el horizonte puesto en generar una política de desarrollo rural que contemple al pequeño y mediano productor y su entorno familiar, creemos imperioso insistir en planificar un cronograma de retiro de derechos de exportación, alivio fiscal, y una reparación histórica de las economías regionales, por la degradación de haber cobrado retenciones en producciones que necesitan de 3 a 6 años de inversión para llegar a la producción.
Desde el CDC volvemos a rechazar la adhesión de Argentina a UPOV 91. Lo hemos dicho y lo vamos a seguir reafirmando, no creemos que sea el camino. Insistiremos en el Congreso de la Nación, y en todos los ámbitos necesarios, generar con todos los actores involucrados un equilibrio entre la industria, el comercio y los productores que usamos el principal insumo para la agricultura, que se pague la tecnología como debamos pagar, y que tengamos el derecho al uso propio de semillas como corresponde.
Por otra parte, ante el reciente anuncio del gobierno nacional de abrir las importaciones de alimentos para bajar el precio de los productos en góndolas, creemos que esa medida ataca los efectos y no las causas, que no precisamente son los productores, y tampoco pone el foco en resolver la distorsión de precios entre el valor que se le paga al productor y lo que el consumidor paga en góndola.
Esta medida perjudica directamente al productor, y lo deja sin expectativas para producir, en el marco de una economía que presenta atraso cambiario, falta de competitividad internacional, una inflación alta desde la devaluación que impactó en aumento de insumos, combustibles y fletes, quedando en peores condiciones para producir. En este escenario, el único precio que van a bajar es el que le pagan al productor, y el indefectible resultado será la desaparición de más pequeños productores.
Por último, desde la entidad valoramos la convocatoria del presidente al llamado Pacto de Mayo en Córdoba, pero la entendemos insuficiente, porque las políticas implementadas han
sido mayoritariamente responsables de habernos traído a esta situación de crisis. Queremos que el acuerdo sea fruto del consenso político, económico y social, y para ello el sector agropecuario tiene que estar en esa convocatoria para alcanzar entre todos el consenso nacional que se pretende impulsar.